El exprocurador Jesús Murillo Karam y su subordinado, Tomás Zerón de Lucio, extitular de la Agencia Investigación Criminal, actuaron con “dolo” y “desviaron” recursos públicos y líneas de investigación que pudieron haber ayudado a localizar a los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Así lo determinó el juez de control Marco Antonio Fuerte Tapia al validar como “razonables” e “idóneos” los indicios de prueba que la FGR presentó en contra del exfuncionario, quien tras 12 horas de audiencia fue vinculado a proceso por su probable responsabilidad en los delitos de tortura, desaparición forzada y contra la justicia.
El juzgador determinó que existen las pruebas de que Murillo ordenó, fue omiso y en consecuencia “consintió” una serie de “mentiras y artificios” que de manera paralela presentó el gobierno anterior como la “verdad histórica” de la desaparición de los 43 normalistas.
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Al tomar la palabra, Murillo Karam dijo que “desde hace siete u ocho años, estos grupos (Equipo Argentino de Antropología Forense e investigadores del GIEI) han buscado una alternativa, pero todas se caen; pudieron haber habido fallas, se pudieron haber hecho las cosas mal, pero ninguno ha podido tirar”, la llamada verdad histórica del caso, es decir, que los estudiantes fueron asesinados por grupos criminales que los confundieron con integrantes de una banda rival.
Al finalizar la audiencia el juzgador decidió mantener la prisión preventiva justificada contra el exfuncionario, además, fijó un plazo de tres meses para la realización de la investigación complementaria.
En la segunda audiencia del exfuncionario del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, el juez escuchó los argumentos de su defensa y los de la Fiscalía General de la República (FGR), así como de los asesores jurídicos.
La defensa del exprocurador afirmó que en las más de 20 mil fojas de la carpeta de investigación con la que se le busca vincular a proceso por los delitos de tortura, desaparición forzada en el caso Ayotzinapa “no hay una sola víctima, ni testigo” que señale directamente al extitular de la entonces Procuraduría General de la República (PGR).
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Al hacer uso de la palabra, Jesús Murillo Karam, quien pidió un cojín para su asiento por el dolor lumbar que dijo padecer, aseguró que el GIEI y el equipo argentino de antropología forense fueron quienes decidieron los lugares se hicieran las diligencias.
Usando un cubrebocas negro y una chamarra beige, en la que metía las manos en los bolsillos constantemente, como cuando fue detenido, Murillo Karam agregó que “estos grupos” escogieron qué restos se decidieron llevar al Instituto Innsbruck de Austria para su análisis.
Señaló que “han inventado muchas cosas y todas se caen, aunque reconoció que en la investigación que él encabezó “pudieron cometerse fallas, problemas y aceptar que muchas cosas se hicieron mal”.
La audiencia fue tensa. Por un lado, se vio a Murillo Karam impaciente, a ratos se tocaba la frente y la cabeza con insistencia, y daba instrucciones a su abogado, incluso con ademanes de mando.
El juez Tapia Fuentes dirigió el debate de manera tajante y puntal, reiterando constantemente a las partes que no deben repetir y ahondar en los mismos planteamientos, ni hacer referencia a señalamientos que sean ajenos a no responder a lo referido en la intervención de las partes.
Al término de la audiencia la madre de uno de los normalistas pidió intervenir. La señora, quien fue uno de los acompañantes de Vidulfo Rosales, abogado de los 43 desaparecidos, se dirigió al exprocurador: “Queremos a nuestros hijos, dónde los dejaste, que se haga justicia!”.
Comisión pone en jaque a los creadores de la “verdad histórica”
El exprocurador general de la República, fue detenido el viernes pasado y presentado ante un juez de control federal en el Reclusorio Norte; es acusado de obstruir la justicia, además de ser cómplice de los delitos de desaparición forzada y tortura por el caso de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa.
La inédita detención, significa la captura de uno de los cinco “altos funcionarios” que la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia en el caso Ayotzinapa identifica como los autores del “aparato organizado de poder” y que crearon la llamada “verdad histórica” del ataque y desaparición de los normalistas en Iguala, Guerrero.
Junto con el exprocurador otro implicado- en la “acción concertada” para manipular los hechos ocurridos el 26 y 27 de septiembre de 2014- es el entonces subprocurador de la extinta Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido), Rodrigo Archundia; así como el encargado del despacho de la misma subprocuraduría, Hugo Ruiz.
También figura el extitular de la unidad especializada contra el secuestro, Gualberto Ramírez, además del extitular de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), Tomás Zerón. Todos ellos subordinados de Karam.
Diversas fuentes consultadas por ejecental, señalaron que el exprocurador, cuya salud es delicada, preparó su defensa anticipadamente, ante la posibilidad de ser requerido por las autoridades, derivado de las nuevas líneas de investigación sobre el caso Ayotzinapa.
Apelando a su condición de salud, a sus 74 años, el objetivo de la defensa de Murillo Karam será que se mantenga bajo arraigo domiciliario en tanto se defina su situación jurídica. DJ
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