El filosísimo y bien querido Brozo, a quien da vida Víctor Trujillo, se refirió al presidente Andrés Manuel López Obrador como La bestia’ y habló de su cantada transformación. El análisis fue simple, descarnado y sus palabras lanzadas como balas de plata dieron en el blanco, directo al corazón.
Brozo dijo que los días que lleva AMLO en el poder “nos han servido para entender la mentada transformación. ¿Qué es más fácil levantar a quienes están jodidos o joder a los que no lo están ? (…) Usar el resentimiento como motor social es la venganza, tú jodido sigues jodido, pero mira ya no estás solo hermano, ya hay un chingo de jodidos como tú’’.
En este tiempo hemos visto desfilar una serie de abusos constitucionales, como lo de Zaldívar, lo de Cabeza de Vaca, las amenazas al Instituto Nacional Electoral, la condena a los organismos no gubernamentales, la tragedia de la Línea 12 del metro, el uso que le dan a las vacunas, el desdén por las víctimas, por las mujeres, por la salud, los ataques a periodistas y la lista sigue.
Nos recuerda que todo pasa bajo nuestra mirada en los shows matutinos de AMLO y somos testigos de que a los que disienten, a los que no están con él, entonces les llega “la furia del Napoleón de lo jodido’’.
“¿Vas a seguir violando la Constitución ?’’, lo reta Brozo y le advierte: “Ándale, pues, cabrón. Hazlo, pero no te encabrones cuando te digamos que te convertiste en la peor versión de lo que siempre criticaste. Nadie te lo va a decir, porque tus súbditos, la gente que te adora, la gente que te tiene que aplaudir no lo va a hacer y entonces tiene uno que cargar con la chingada responsabilidad”.
“Y te lo voy a decir, esa es la chingada ‘Transformación’, te estás transformando en la bestia de la que prometiste y juraste defendernos. En eso te estás transformando, en la bestia”, sentenció el actor con increíble elocuencia.
De cara a las elecciones AMLO también ha criticado a la OEA. Sin embargo, observadores internacionales del organismo liderados por el argentino Santiago Cantón ya están en el país para vigilar el proceso electoral con el fin de documentar cualquier irregularidad y que el resultado de las elecciones sea incontestable.
Para que la Misión pueda realizar su trabajo con todas las garantías de independencia y autonomía, firmó un convenio con el INE que establece el acceso a todas las instancias del proceso y firmó otro documento con el gobierno federal que otorga las inmunidades y privilegios para los visitantes extranjeros de la OEA.
La OEA ha manifestado su profunda preocupación por la violencia en el proceso electoral así como los asesinatos a candidatos: “la violencia no tiene lugar en la democracia”. Remarca que el país “ha experimentado transiciones políticas exitosas gracias al desempeño de instituciones electorales independientes que han permitido la alternancia del poder, gracias al respeto de la voluntad ciudadana”.
Desde 2009, la OEA ha acompañado los procesos electorales en México. Durante estos 12 años, “la Organización ha sido testigo del trabajo serio y profesional que realizan las autoridades electorales’’. En la recta final “es importante que todos los actores políticos y sociales se conduzcan con responsabilidad y canalicen sus reclamos, en particular de los relacionados con posibles irregularidades, de manera institucional a través de los conductos establecidos por la legislación mexicana”.
“En todo proceso electoral, es fundamental garantizar la autonomía e independencia de las autoridades electorales y jurisdiccionales, para que estas puedan desarrollar sus funciones sin presiones directas o indirectas”, urge la OEA. La Misión realizará un informe preliminar que se presentará después de las elecciones y posteriormente, presentará un informe completo ante el Consejo Permanente de la OEA.
A lo dicho por Brozo agregaría que la única manera de no hundirse en las profundidades de la mediocridad y el abuso de poder, es el voto. La única forma de evitar ir en picada hacia la jodidez, es el voto. La única forma de salir a flote es el voto. La única forma de domar a “la bestia’’ es el voto. ¡Órale!