Campos, carreteras y actividades de todo tipo han resultado seriamente afectadas por las inundaciones en Emilia-Romagna, al noreste de Italia, que ya han dejado un saldo de 13 muertos, decenas de desaparecidos y más de 10 mil desplazados.
Una inusual lluvia de 36 horas, cuya intensidad equivale a lo que se registra en seis meses, fue la causante de que una veintena de ríos se desbordaran, lo que a su vez utilizó cerca de 400 carreteras en la región y anegó al menos 24 localidades.
Los destrozos podrían llegar a costar miles de millones de euros, a los que se añaden aproximadamente dos mil 150 millones de dólares por las inundaciones sufridas al comienzo del mes.
Se estima que cerca de 50 mil personas se han quedado sin energía eléctrica, mientras que 100 mil usuarios se han visto afectados en su servicio de telefonía e internet móviles.
Ante el estado de emergencia en Emilia-Romagna, las autoridades desplegaron un millar de carabineros, 700 unidades del Cuerpo de bomberos, 300 agentes de Policía, así como 220 voluntarios de la Cruz Roja, 100 del Socorro Alpino y unos 340 de Protección civil.
La alcaldesa de Rávena, Michele De Pascale, indicó el jueves que aunque los habitantes de ciertas localidades evacuadas podrían volver a sus casas, otros tendrían que partir por la amenaza de rotura de algunos diques de contención.
Sin embargo, para otras ciudades como Cesena, el peligro de inundaciones no ha disminuido. “Recomendamos alejarse de las vías fluviales y abandonar los sótanos y plantas bajas. En las próximas 6 horas las precipitaciones serán constantes”, alertó Enzo Lattuca, alcalde de dicha ciudad.
“La situación es verdaderamente dramática en muchas zonas. Habíamos decretado alerta meteorológica con cierre de colegios y limitación de desplazamientos, pero la cantidad de agua que cayó hoy en algunas zonas superó a la que cayó hace dos semanas, que ya era una cantidad sin precedentes”, dijo por su parte Stefano Bonacci, presidente de la región de Emilia Romagna.
El desastre tiene muchas posibilidades de repetirse. “Nada será como antes, porque este proceso de tropicalización que sube de África también afecta a Italia”, advirtió el miércoles el ministro de Protección Civil, Nello Musumeci.
Entre las afectaciones también se encuentra la cancelación del Gran Premio de Fórmula 1 que estaba previsto el domingo, ya que la sede se encuentra entre las zonas inundadas.
Bajo el agua. La ciudad de Lugo, cerca de Ravena, es otra de las grandes afectadas, con inundaciones que llegaron hasta sus sitios históricos.