Huachicol en Oaxaca: desmantelan red vinculada al CJNG en operativo conjunto

El 20 de diciembre de 2025, la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) anunció la desarticulación de una célula delictiva dedicada al robo y transporte ilegal de hidrocarburos, conocida coloquialmente como “huachicol”. La red operaba en el municipio de Matías Romero, ubicado en la estratégica región del Istmo de Tehuantepec. Las investigaciones de la fiscalía estatal establecieron presuntos vínculos de este grupo local con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), una de las organizaciones criminales más prominentes a nivel nacional e internacional.

El operativo, denominado “Sable”, fue el resultado de trabajos de inteligencia coordinados entre varias instituciones federales y estatales. Durante el procedimiento, se logró la captura de tres individuos identificados como presuntos miembros clave de la red, incluyendo a su líder señalado. Además de las detenciones, se aseguraron vehículos, dinero en efectivo y drogas. La fiscalía destacó que este golpe afecta directamente la estructura logística y de financiamiento del crimen organizado en la zona.

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Detenciones y perfil de la red de huachicol en Matías Romero

Las personas detenidas fueron identificadas por sus iniciales como R.J.G.E., R.J.G.L. y E.S.V. Según el comunicado oficial, R.J.G.E. y R.J.G.L., padre e hijo respectivamente, declararon ser transportistas y son originarios de Cuernavaca, Morelos. La investigación de la FGEO señala que R.J.G.E. era el líder de la célula, la cual operaba bajo la cobertura de una asociación de transportistas. Esta fachada les permitía movilizarse y realizar actividades aparentemente legales, mientras se dedicaban a la extracción y transporte clandestino de combustibles, conocido como huachicol.

La modalidad del “huachicol” implica perforar ilegalmente ductos de Petróleos Mexicanos (PEMEX), causando pérdidas económicas millonarias, daños ambientales y representando un alto riesgo de explosiones para las comunidades aledañas.

Operativo Sable: coordinación interinstitucional contra el crimen organizado

El éxito del operativo Sable se atribuyó a la colaboración entre la Fiscalía de Oaxaca, la Secretaría de Marina (SEMAR), la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), la Guardia Nacional y la Policía Estatal. Esta acción conjunta permitió la localización y captura de los tres objetivos prioritarios en la región del Istmo.

Durante los cateos, las fuerzas de seguridad aseguraron dos camionetas, aproximadamente 200,000 pesos mexicanos en efectivo y una cantidad no especificada de drogas. La participación de las instituciones castrenses en las labores de inteligencia fue destacada como un factor clave para la desarticulación de la red. Este modelo de coordinación refleja la estrategia actual para combatir delitos de alto impacto que afectan la seguridad y la economía nacional.

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Impacto del golpe a la estructura del CJNG en Oaxaca

La FGEO afirmó que, al existir indicios de vínculos entre la célula desmantelada y el Cártel Jalisco Nueva Generación, las detenciones representan un “golpe de alto impacto” para dicha organización en la región. El CJNG, reconocido por el gobierno de Estados Unidos como una organización criminal transnacional, diversifica sus fuentes de ingreso a través de actividades como el tráfico de drogas, la extorsión y el robo de hidrocarburos.

La desarticulación de esta red de huachicol afecta directamente un flujo de financiamiento ilegal y debilita la capacidad logística del grupo delictivo en el estado de Oaxaca, particularmente en una zona geográfica tan relevante como el Istmo de Tehuantepec. Los principales efectos reportados por las autoridades son:

• Debilitamiento de una fuente de financiamiento para el CJNG en la región.
• Interrupción de una ruta logística clave para el transporte ilegal de combustible.
• Afección a la capacidad operativa territorial de la organización criminal en el sur de México.
• Neutralización de una célula local que actuaba bajo una fachada legal.
• Confiscación de activos (vehículos y dinero) utilizados para fines delictivos.

La desarticulación de esta red en Matías Romero subraya la persistencia del delito de robo de hidrocarburos como un problema de seguridad nacional y una fuente de financiamiento para el crimen organizado. La operación demostró la efectividad de la coordinación interinstitucional entre fuerzas federales y estatales para atacar infraestructuras criminales de mediana escala que sostienen a organizaciones más grandes.

Las autoridades consideran que este tipo de acciones, enfocadas en las finanzas y la logística, son cruciales para desestabilizar a los grupos delictivos. Si bien la captura de tres individuos no erradica la amenaza, representa un contratiempo significativo para las operaciones del CJNG en Oaxaca. El caso evidencia cómo los carteles se infiltran en sectores económicos legales, utilizando fachadas como asociaciones de transportistas para encubrir actividades ilícitas a nivel regional.

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