Qué es el “sexto sentido” del intestino y cómo influye en cuánto comemos

16 de Noviembre de 2025

Qué es el “sexto sentido” del intestino y cómo influye en cuánto comemos

Investigadores hallan un “sexto sentido” en el intestino que conecta el microbioma con el cerebro, regulando el apetito y la ingesta de alimentos, según estudio publicado en Nature.

Sobrepeso y obesidad

Dos mujeres con sobrepeso comiendo en la Alameda Central

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Andrea Murcia/Andrea Murcia

Dos mujeres con sobrepeso comiendo en la Alameda Central.
Foto: Cuartoscuro

Una investigación reciente ha revelado la existencia de un “sexto sentido” en el intestino, un sistema sensorial que permite al cerebro recibir señales en tiempo real de los microorganismos intestinales y ajustar la conducta alimentaria. El hallazgo podría transformar la comprensión de cómo el intestino y el cerebro interactúan para controlar el hambre, la saciedad y otros procesos fisiológicos.

El estudio, liderado por científicos de la Universidad de Duke, documentó mediante experimentos con ratones que este sentido neurobiótico permite que el organismo adapte su ingesta de alimentos según las señales microbianas, favoreciendo la selección de nutrientes, evitando alimentos contaminados y modulando la cantidad de comida.

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Cómo funciona el “sexto sentido” intestinal según la ciencia

El descubrimiento se basa en la observación de que ciertas bacterias intestinales liberan flagelina, una proteína que activa el receptor TLR5 localizado en células sensoriales del colon conocidas como neurópodos. Estas células transmiten información al nervio vago, encargado de regular la motilidad y la secreción de órganos digestivos como el estómago, intestino y páncreas; a esto es a lo que le llaman sexo sentido en el intestino.

Los investigadores demostraron que al activar este sistema, el cerebro recibe una señal de saciedad que ayuda a frenar el consumo de alimentos. En contraste, cuando se desactiva el receptor TLR5, los animales comen más tiempo y en mayor cantidad, desarrollando obesidad con el tiempo. Este mecanismo refleja una influencia directa del microbioma en la conducta alimenticia y la regulación del apetito.

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Persona comiendo carne. / Foto especial: Ideogram

Experimentos que confirmaron el sentido neurobiótico

El equipo de Duke realizó múltiples pruebas para comprobar la existencia de este sistema sensorial:

  • Ratones sometidos a ayuno nocturno recibieron flagelina en el colon y al día siguiente redujeron significativamente su ingesta de alimentos.
  • Otro grupo de ratones fue modificado genéticamente para desactivar el receptor TLR5, lo que resultó en un aumento de consumo y obesidad progresiva.
  • Se observó que el sistema sensorial se activa incluso en animales libres de microbiota, indicando que esta función es constitutiva y evolutivamente antigua.
  • El mecanismo permite identificar patrones moleculares de los microbios intestinales y comunicarlos al cerebro para ajustar la conducta alimentaria.
  • Los hallazgos fueron publicados en la revista Nature y podrían extrapolarse a seres humanos, aunque con posibles variaciones individuales.

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Implicaciones del hallazgo para la salud el “sexto sentido” del intestino

Este descubrimiento abre nuevas posibilidades en la comprensión de la regulación del apetito, la prevención de la obesidad y la conexión entre el intestino y el cerebro. Entre las implicaciones destacan:

  • Potencial desarrollo de terapias dirigidas a mejorar la comunicación intestino-cerebro.
  • Estrategias para modular la ingesta de alimentos y controlar el peso corporal.
  • Mejor entendimiento de cómo la microbiota intestinal influye en enfermedades metabólicas y neurológicas.
  • Base científica para nuevos estudios sobre la relación entre alimentación, microbioma y funciones cognitivas.
  • Posible impacto en el diseño de dietas personalizadas basadas en la interacción microbioma-cerebro.

El descubrimiento de este “sexto sentido” intestinal refuerza la idea de que el microbioma desempeña un papel activo en la regulación fisiológica y la conducta alimentaria, conectando directamente con funciones cerebrales esenciales. A largo plazo, este hallazgo podría transformar la investigación en nutrición, salud metabólica y neurociencia.

Aunque los experimentos fueron realizados en modelos animales, los investigadores sugieren que el principio fundamental del sentido neurobiótico podría aplicarse en humanos, ofreciendo un enfoque innovador para entender la relación entre dieta, cerebro y microbiota. DJ

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Presonas comiendo palomitas. / Foto: Canva