Mientras muchos prefieren no mirar o quedarse en el discurso, el gobierno de Puebla ha actuado. Y lo ha hecho con decisión.
Desde este miércoles, la Casa por Amor a Puebla, en Los Ángeles, California, cuenta con un equipo jurídico que brindará asesoría legal gratuita a las y los connacionales poblanos en riesgo de ser deportados. Se trata de una respuesta concreta, eficaz y oportuna ante un problema real.
El gobernador Alejandro Armenta no dudó. Su compromiso con los migrantes va más allá de las palabras: hoy se traduce en políticas públicas que los protegen, los escuchan y los acompañan. Con esta medida, Puebla se convierte en el primer estado del país en brindar asesoría legal directa en territorio estadounidense, asumiendo un papel que trasciende fronteras y que coloca a las personas en el centro de la acción gubernamental.
Esta iniciativa se da en un contexto delicado. La política migratoria de Estados Unidos, impulsada durante la primera administración de Donald Trump y retomada ahora con nuevos matices, ha provocado redadas, detenciones masivas y deportaciones que afectan principalmente a comunidades trabajadoras, muchas de ellas mexicanas, muchas de ellas poblanas.
Frente a eso, la respuesta del gobernador Armenta ha sido clara: defender a los migrantes es defender a Puebla. Y no está solo. La presidenta Claudia Sheinbaum ha asumido esta causa como un tema prioritario. El pasado domingo, durante su visita al estado, donde inauguró dos nuevas torres en el Hospital de la Niñez Poblana, expresó su condena a las redadas y envió un mensaje contundente desde San Andrés Cholula: “los migrantes no son criminales”, dijo con firmeza. Y tenía razón.
La mandataria federal sabe que la comunidad migrante no solo aporta a la economía estadounidense, sino que mantiene viva la conexión entre México y sus ciudadanos en el exterior. Es una comunidad que nunca ha dejado de pertenecer, aunque la distancia sea grande y las políticas a veces sean duras.
Los números son claros. Se estima que 3.5 millones de poblanas y poblanos viven en Estados Unidos. Un millón están solo en la ciudad de Los Ángeles y su área metropolitana. Otro millón 200 mil están en la zona triestatal: Nueva York, New Jersey y Connecticut. La mayoría lleva años allá. Algunos ya son ciudadanos, otros residentes permanentes. Pero muchos, al menos medio millón, siguen en condición irregular y sin protección suficiente.
Por eso la medida del gobernador es tan importante. Porque pone al alcance de esta población un derecho básico: la defensa legal. Y lo hace desde un enfoque humano, fraterno, solidario. Porque los migrantes no piden privilegios. Piden justicia.
Lo que está haciendo Puebla es también una nueva forma de ejercer diplomacia: una diplomacia con rostro humano, desde lo local, desde el compromiso con su gente. Ya no basta con dejarle toda la tarea a los consulados. Los gobiernos estatales tienen mucho que decir y mucho que hacer, sobre todo cuando conocen a su comunidad y entienden su realidad.
En un momento donde la migración vuelve a colocarse al centro del debate político internacional, el gobierno de Puebla envía un mensaje claro: sus ciudadanos, estén donde estén, no están solos. Hay un gobierno que los respalda, que los defiende, que los escucha.
La presidenta Sheinbaum y el gobernador Armenta están trazando juntos una ruta de justicia para los migrantes. Una ruta de acción y de cercanía. No es casual que Puebla sea uno de los estados que más ha visitado la mandataria nacional. Hay una sintonía de fondo. Una visión compartida de país.
Y esa visión tiene algo muy claro: la dignidad no tiene fronteras.
En Cortito: Nos cuentan que buen punto se anotó Alejandro Encinas al concitar en torno de la presentación de la segunda edición de su libro “Memoria de Siete Siglos”, a personalidades de pensamiento progresista; el fundamental, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, exgobernador, excandidato presidencial y primer Jefe de Gobierno, electo, de la capital del país
El Colegio de San Ildefonso se vistió de gala, pues en su interior deliberaron Cuauhtémoc Cárdenas, Alejandro Encinas (ambos Jefes de Gobierno de la CDMX), Eduardo Vázquez y Gabriela Pulido sobre temas fundamentales que han aquejado a la Ciudad de México, a 700 años de su fundación, como el del agua, en el que coincidieron que se debe trabajar arduamente para corregir errores y seguir logrando la viabilidad de la gran urbe.
Por ahí se vio a Félix Hernández Gamundi, líder histórico del movimiento estudiantil de 1968 y otros muchos personajes de la izquierda mexicana, que abarrotaron el lugar, ante quienes recordó Encinas la creación del Frente Democrático Nacional -que abanderó Cuauhtémoc Cárdenas como candidato presidencial en 1988- como un movimiento irruptivo que dejó constancia de la viabilidad de la izquierda como gobierno en la capital del país y en México, de la que dijo llegó para quedarse “y no habrá marcha atrás”.
Ahí el Secretario de Planeación Ordenamiento Territorial y Coordinación Metropolitana del gobierno de la ciudad, urgió a tener libros de historia que nos permitan recuperar las historias locales de la ciudad y fortalecer la memoria.