En los últimos meses se han vivido una amplia cantidad de conflictos internacionales, entre ellos, la reactivación de hostilidades y cese al fuego entre Pakistán y la India que comparten un pasado bélico atado a las disputas por el territorio de Cachemira que tiene su origen desde 1947, cuando se dieron las independencias de estos dos países del Imperio Británico, reclamando desde entonces como suya esta área geográfica.
El contexto de este territorio inicia con su último gobernante Hari Singh, quien en un primer momento decidió mantenerse independiente y no adherirse a Pakistán o la India, pero que tras sufrir ataques de milicias respaldadas por Pakistán firmó una carta de adhesión a la India, lo que intensificó el conflicto, siendo hasta 1949 que ambos países acordaron mantener sus límites para lograr un cese al fuego, detrás de una zona conocida como “Línea de Control”. A la fecha, ambas naciones reclaman Cachemira como propio y han tenido entre sí diversas guerras por el territorio, siendo la más reciente la ocurrida en mayo de este año.
Este último conflicto sucedió a raíz del ataque a Pahalgam en la zona de Cachemira administrada por la India, el 22 de abril de 2025. Durante la agresión, 26 turistas perdieron la vida y en consecuencia, la India responsabilizó a Pakistán de haber orquestado el ataque, lo cual negaron las autoridades pakistaníes. No obstante, la India decidió lanzar una serie de ataques contra territorio pakistaní, mediante la operación llamada “Operación Sindoor”, de la cual se derivaron cuatro días de maniobras militares entre ambos países, donde ambas naciones no reconocieron ninguna baja, pero ambas aseguraron haber dañado a su oponente.
Tras dichas escaladas bélicas, se dio por terminado el conflicto, lo cual fue aprovechado por Donald Trump para ganar reflectores en torno a la finalización del conflicto entre Pakistán y la India, tratando de ganar positivos de dicha coyuntura para sumar a su encuadre de generador de paz en el mundo. Frente a esto, se obtuvieron reacciones diferentes por parte de la India y Pakistán.
Por un lado, el Primer Ministro de Pakistán Shehbaz Sharif expresó mediante una publicación en X que “agradecemos al Presidente Trump por su liderazgo y su rol proactivo para la paz en la región. Pakistán aprecia a los Estados Unidos por facilitar este resultado, el cual hemos aceptado en el interés de una estabilidad y paz regional. Agradecemos también al Vicepresidente JD Vance y al Secretario de Estado Marco Rubio por sus valiosas contribuciones para la paz en Asia del Sur. Pakistán cree que esto marca un nuevo comienzo en la resolución de conflictos que han plagado a la región y que han evitado su camino hacia la paz, prosperidad y estabilidad”.
Por otro lado, el Ministro de Defensa de la India mencionó que su país no respondió a presiones externas, pues aseguraron que no hubo influencia extranjera en la resolución de este conflicto. Sin embargo, esto no importó para que Trump, en declaraciones recientes, tomara crédito por haber acabado con la guerra más reciente entre India y Pakistán, donde también aprovechó para tomar crédito por haber terminado, según él, con otros conflictos como el de Tailandia y Camboya, o el de Ruanda y el Congo. Al final, esta situación deja ver una vez más el peso diplomático que tiene Estados Unidos en el mundo. Sobre este encuadre de pacificación mundial, ¿Logrará Trump su objetivo de terminar con el conflicto entre Rusia y Ucrania? Al tiempo lo sabremos.