Las bases de toda sociedad son la familia y la escuela, y aquí suelen reflejarse los grandes problemas que vivimos y donde se normalizan las violencias. Te platico lector, lectora, que hace un par de meses me llamaron por un caso de bullying en un colegio: la niña de 11 años que estaba siendo acosada, por las mañanas sentía ansiedad, le dolía el estómago, la cabeza y con ello lograba quedarse en casa y no acudir a la escuela. Lo primero que recomendé fue no forzarla a acudir al colegio, sino averiguara cuál era el conflicto, que resultó ser violencia relacional.
La violencia relacional consistía en chismes. Es una violencia silenciosa mayormente entre las niñas, pues los niños tienden más a la violencia física. Esto es en general, no digo que siempre sea así. En este caso el chisme era que había dicho que sus amigas eran unas hipócritas. Hablando con ella, me dijo: “yo no sé que significa hipócritas, porque se lo iba a decir a mis amigas”. Indagando un poco más, supimos que la niña que había iniciado esta violencia relacional tenía una mala relación familiar con supadrastro. Y sí, niños y niñas reflejan las situaciones de sus hogares, y las más de las veces no logran identificar porque dañan a sus pares.
Por fortuna, tuvimos apertura por parte de la directora del colegio y nos permitió hacer una serie de Círculos de paz escolar; prácticas muy poderosas que permiten a las niñas y niños identificar sus emociones, sentirse valorados y respetados y hacer lo mismo con sus pares; lo más importante de esto es que se ven como parte de una comunidad. Así la niña de 11 años tuvo el apoyo adecuado, volvió a sentirse segura y regresó al colegio. Ésta también es una herramienta de mediación escolar. "¿Tienes un conflicto? ¡No estás sola, no estás solo! Acércate a Personas Mediadoras CERTIFICADAS por el Tribunal de Justicia de tu Estado. Resuelve en paz, con diálogo, acuerdos y justicia de calidad.”