Urge atender la problemática social

27 de Noviembre de 2025

Simón Vargas
Simón Vargas

Urge atender la problemática social

simon vargas

“El poder verdadero no está en mandar, está en servir.”

Papa Francisco

En las últimas semanas las calles, las carreteras y las plazas se han convertido en el último recurso de miles de ciudadanos que ya no encuentran respuesta en las instituciones. En lo que va de 2025, las protestas han aumentado de manera alarmante: bloqueos carreteros de productores agrícolas que exigen precios justos y apoyos reales al campo, paros de transportistas hartos del crimen y los constantes robos, marchas de mujeres contra la violencia y la insólita irrupción de la llamada “marcha de la Generación Z”, jóvenes que salieron a exigir un país donde puedan vivir sin miedo, sin desapariciones y sin medicinas falsas o ausentes.

Ya no se puede ocultar la situación, el campo mexicano está en agonía; los bloqueos recientes no son un capricho: son campesinos hartos de las extorsiones, cansados de la violencia, preocupados porque ya no pueden sostener a sus familias, desamparados ya que los programas de apoyo brillan por su ausencia o llegan a manos equivocadas.

En el terreno de la inseguridad, los transportistas que han realizado diversos paros a lo largo del año no piden privilegios: solicitan poder trabajar sin ser extorsionados o asesinados. La respuesta por parte del gobierno es lamentable, han amenazado con iniciar carpetas de investigación, el mensaje es lacerante, pero parece claro, prefieren desacreditar las peticiones que hacerle frente al verdadero problema y atacar al crimen organizado.

La reacción de los diferentes niveles gubernamentales ante las demandas sociales ha sido la descalificación y la represión disfrazada de legalidad, ya que incluso el desabasto de medicamentos oncológicos y para enfermedades crónicas que se llevan años documentando por parte de diferentes organizaciones, ha sido calificado como “sabotaje de conservadores” y por la secretaria de Salud como “fake news”.

Hoy los familiares de pacientes con cáncer siguen haciendo lo imposible por comprar medicinas, pero lo más lamentable es que, aunque muchos quisieran adquirirlas se enfrentan a un desabasto que lacera, no sólo por la ineficiencia de los gobiernos sino por el dolor de ver a un ser querido sufrir dolores intolerables.

El 25 de noviembre, miles de mujeres pintaron de morado el país entero, exigieron alto a los feminicidios, a la impunidad y a la revictimización. La respuesta institucional fue amurallar el Zócalo con vallas metálicas y bloques de cemento, como si las mujeres fueran una amenaza y no ciudadanas exigiendo derechos básicos. Incluso la Generación Z, que tomó las calles días antes, fue tildada de “provocada por la oposición” pero en realidad son jóvenes que han crecido entre balas y fosas clandestinas.

Por otro lado, las madres buscadoras siguen cavando y encontrando restos en bolsas, haciendo las cifras alarmantes, tan sólo de acuerdo con datos del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia A.C. el número de personas desaparecidas asciende a más de 128,000. Muchas palas continúan desenterrando dolor, huesos y la certeza de que el Estado falló estrepitosamente en su obligación más elemental: proteger la vida.

El panorama en el exterior no se encuentra tampoco estable, la relación con Estados Unidos atraviesa su peor momento en décadas y es que las amenazas de cancelación o renegociación unilateral del T-MEC por parte de la nueva administración estadounidense, basadas en temas como: la reforma judicial, la migración, narcotráfico y supuestos incumplimientos laborales, ponen en riesgo millones de empleos y la estabilidad económica del país. A pesar de la indiferencia y hasta soberbia de diversos servidores públicos, se debe admitir que el riesgo es real: si el tratado se cancela o se endurece, el impacto económico será devastador y nuevamente impactara en los sectores más vulnerables que hoy protestan.

La sociedad ya no requiere respuestas déspotas y poco empáticas, el país sigue esperando respuestas concretas: medicinas, seguridad, justicia, apoyo al campo, disminución de la violencia y un alto a las desapariciones. Escuchar y atender las problemáticas sociales ya no es una opción: es la única salida antes de que sea demasiado tarde.

*Consultor en temas de Seguridad, Inteligencia, Educación, Religión, Justicia, y Política.