Desafíos y cuestiones consulares

12 de Noviembre de 2024

Omar Hurtado
Omar Hurtado

Desafíos y cuestiones consulares

Omar Hurtado Ok

Recientemente, medios de comunicación difundieron ampliamente dos acontecimientos de alta visibilidad, suscitados, uno, en el Consulado General de México en Shanghái y, otro, sobre el nombramiento del titular de la recién creada Coordinación de Consulados de la Secretaría de Relaciones Exteriores, en los que se encontraron inmiscuidos respectivamente el cónsul Leopoldo Michel y el maestro Jorge Islas, señalados por empleados locales y personal diplomático por violencia y acoso laboral.

En el primer caso, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informó que el cónsul Michel había sido relevado de su cargo y trasladado a México para enfrentar un proceso disciplinario. En ambos casos ya habría habido denuncias ante las instancias disciplinarias de la SRE, antes de que los acontecimientos evolucionaran a la cúspide.

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En el segundo altercado, el asunto escaló tanto que la presidente Claudia Sheinbaum se vio forzada a hacer declaraciones al respecto, lo que derivó, obviamente, en la declinación al cargo del señor Islas. Fue señalado por un grupo de mujeres de ser víctimas de violaciones a sus derechos laborales y humanos, a la vez que no habrían encontrado respuesta a sus múltiples quejas ante la SRE.

Islas fue abogado general de la UNAM cuando el actual canciller Juan Ramón de la Fuente era Rector, no es diplomático de carrera y fue designado por el presidente como Cónsul General en Nueva York, en mayo de 2019, cuando de la Fuente era representante de México ante la ONU. Hoy el canciller pretendía nombrarlo como coordinador de los consulados de México.

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Estos hechos son lamentables y seguramente no son ni serán los únicos, pero tampoco son representativos del tan golpeado y abandonado Servicio Exterior Mexicano de carrera por las administraciones del presidente Manuel López Obrador y del entonces canciller Marcelo Ebrard, cuya institución fue utilizada en gran medida con fines políticos personales, ideológicos y de recompensas diplomáticas laborales a los amigos y personalidades afines. Este escenario ha venido a mancillar injustamente a una institución tan relevante como el SEM de carrera, y específicamente a su rama consular, integradas por personal experimentado, disciplinado y capacitado.

Tanto la presidente como el nuevo canciller se pierden en peregrinas actitudes como si pretendieran encontrar el hilo negro para reforzar el área consular, lo cual es sencillo de entender: han faltado recursos y voluntad institucional para atenderla y han sobrado respuestas improvisadas en los temas y en los nombramientos consulares.

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En conversación con funcionarios adscritos a consulados, coinciden que durante el sexenio de López Obrador, plasmada de palabrerío (nunca se reunió con comunidades mexicanas en el exterior), se menoscabó el apoyo a las funciones consulares mediante la escasez de recursos financieros y de personal, salarios, y la falta de mantenimiento a los sistemas informáticos para la captura de información y expedición de documentos, con el fin de atender una demanda creciente de documentos, casos de protección y comunidades mexicanas. Se suman los nombramientos políticos sin la experiencia debida, nociva para la labor consular que requiere conocimientos especializados.

México cuenta con 72 representaciones consulares en el mundo, de las cuales 20 consulados generales y 32 consulados de carrera están ubicados en Estados Unidos; 10 consulados generales y 10 de carrera en otros países; a lo que se agregan 80 secciones consulares de las embajadas. Una dimensión extensa.

El trabajo consular es demandante, técnico y meticuloso, en función de visados y temas migratorios, expedición de pasaportes, actos del registro civil, funciones notariales o protección a mexicanos, etc. Los horarios de trabajo en las adscripciones de alta actividad constituyen 24 horas al día por siete días a la semana. Además de promover los intereses de México y los derechos de los nacionales, se suma el fomento del comercio y el turismo, sin el personal necesario.