Nuevamente los grupos que no representan a nadie dentro el pueblo evangélico volvieron a reunirse con la titular de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, para “coordinar acciones que contribuyan a fortalecer la cultura de paz en nuestro país”, según ponen en sus redes sociales la funcionaria, acompañada de una foto donde se aprecia a varios ministros de culto posando con ella el pasado 13 de agosto.
En la foto se aprecian 13 personas junto a Rosa Icela Rodríguez: ella en medio y a su derecha el obispo de la Iglesia Metodista (con unos 500 templos en México), Agustín Altamirano Ramos; luego el pastor Ruery Juárez Esparza (quien por cierto no tiene registro como ministro de culto), líder de la Iglesia Mexicana del Evangelio de Cristo que representa a no más de 500 iglesias en el país, aunque en su sitio web sólo hay 24 registradas; de su lado izquierdo está el pastor pentecostés Cirilo Cruz Lázaro que representa a 9 iglesias; luego el pastor Benjamín Rivera Leos del Centro Familiar Cristiano de México, con 8 iglesias; finalmente Rubén Enríquez Navarrete, de la Iglesia Evangélica Pentecostés, uno de los 34 pastores que conforman esa Asociación Religiosa.
Aparecen además otras personas que no se sabe a quién representan. Y aunque en esa foto faltan los verdaderos líderes evangélicos como los presbiterianos, adventistas, bautistas, nazarenos, cientos de congregaciones pentecostales y carismáticos, además de los nuevos grupos, los presentes se hicieron pasar como los representantes evangélicos de la nación que apoyarán en tareas de reconstrucción del tejido social a la 4T. Es decir, los que se fotografiaron con la funcionaria no representan ni al 1% del total de las más de 65 mil iglesias evangélicas registradas.
Es como el engaño del que fue víctima el ex presidente López Obrador por parte del pastor-apoderado legal Arturo Farela Gutiérrez, a quien lo hizo pasar como el representante de los cristianos y quien se dijo iba a “ayudar en las tareas de pacificación del país” y quien por cierto no fue convocado a esta reunión. Quizá ya se dieron cuenta en Asuntos Religiosos de su verdadera labor para con las iglesias.
Rosa Icela ya se había reunido en diciembre del 2024 con los mismos religiosos “para la construcción de un México con paz”, pero sin resultados. Y es que no existe un plan que esos “representantes” hayan ideado, o tareas específicas para ayudar al gobierno a encontrar caminos de paz en el país. Ni siquiera cuentan con un directorio de las iglesias que llevan a cabo una labor social con menores infractores, migrantes, personas en situación de calle, madres solteras, apoyo a víctimas de violencia familiar, dispensarios médicos, asesoría legal y otros rubros donde existen oficinas pagadas con recursos del extranjero que desarrollan estas labores en México.
Es muy probable que los “representantes” sigan tomándose fotos con los funcionarios en turno y asistiendo como “invitados especiales” a los eventos para simular que están trabajando para pacificar a México. Pero su credibilidad al interior de los templos sigue a la baja. Por eso hay deserción y desánimo.
*PALABRA DE HONOR*: Ya se estrenó el documental titulado Marcial Maciel, el Lobo de Dios, donde cuentan su testimonio de abuso sexual algunas víctimas del poderoso sacerdote michoacano.