Lupa ciudadana. La observación electoral en el IECM

25 de Noviembre de 2025

Cecilia Aída Hernández Cruz
Cecilia Aída Hernández Cruz
Consejera Electoral del Instituto Electoral de la Ciudad de México

Lupa ciudadana. La observación electoral en el IECM

Columna invitada_Redes

¿Alguna vez se han preguntado qué ocurre detrás de cada actividad que hace posible una elección o un ejercicio de participación ciudadana? No solo el día de la jornada, sino semanas y meses antes: cómo se imprimen las boletas, cómo se recaba el voto anticipado, cómo se preparan y envían los paquetes a la ciudadanía residente en el extranjero o cómo llegan los materiales electorales a las casillas. A veces damos por hecho que todo eso simplemente sucede, sin embargo, existe la posibilidad de que cualquier ciudadana o ciudadano pueda acompañar todas las etapas del proceso: la observación electoral.

La observación es, quizás, una de las formas más profundas de participación democrática porque permite a cualquier persona mirar de cerca cómo se toman decisiones públicas o cómo se implementan. En México, observar es un derecho humano, no una concesión. Y, en la Ciudad de México, es también una tradición que el Instituto Electoral ha fortalecido a lo largo de los años.

Cuando pensamos en observación electoral solemos imaginar a personas presentes en las casillas durante la jornada. No obstante, la observación va mucho más allá. Implica la posibilidad de estar presentes en prácticamente cualquier etapa: desde el registro de candidaturas, la impresión de las boletas, hasta la verificación de que cada paquete llegue completo a las direcciones distritales y se realice el escrutinio y cómputo. La cadena de custodia, tan mencionada técnicamente, es solo una pieza dentro de un engranaje más grande que puede ser observado y que, de hecho, debería serlo.

La observación brinda certeza: cuando la ciudadanía observa, verifica y documenta, se amplía la confianza en las instituciones que organizan los procesos. Además, fortalece la exigencia pública: una democracia vigilada y acompañada obliga a las instituciones a ser más claras y transparentes.

El IECM ha impulsado históricamente esta cultura de la observación y, para ampliarla, creó la Red de Observación Electoral en 2014. No se trata solo de un mecanismo que se activa cada vez que hay una elección, sino de una estructura permanente que permite que la ciudadanía observe actividades ordinarias del Instituto durante todo el año. Por ejemplo, la Red de Observación está invitada a las sesiones de comités y comisiones y puede dar seguimiento a los acuerdos que se toman en dichos órganos colegiados. La democracia es un proceso continuo, y la observación también debe serlo.

Para los próximos ejercicios de participación ciudadana —la consulta de Presupuesto Participativo y la elección de las Comisiones de Participación Comunitaria, que se realizarán en mayo de 2026— el IECM abrirá en enero la convocatoria para que cualquier persona interesada pueda registrarse como observadora u observador. Participar requiere cumplir ciertos requisitos: ser ciudadanía mexicana en pleno goce de derechos, tener credencial para votar vigente con domicilio en la Ciudad de México, no haber sido dirigente partidista ni candidata o candidato en los últimos tres años, no desempeñar funciones relacionadas con programas sociales y tomar un curso de capacitación que garantice que la labor se realiza con conocimiento y responsabilidad. Sin embargo, la convocatoria para ser parte de la Red está abierta todo el tiempo.

Una vez acreditada, la ciudadanía puede decidir qué etapas observar, cómo hacerlo y qué aspectos documentar. Algunas personas se enfocan en la instalación de casillas; otras, en el cómputo; otras, en actividades previas o posteriores. Lo valioso es que cada observación se convierte en un testimonio público. Por ello, al finalizar cada proceso, el IECM publica un volumen de la colección Perspectiva Ciudadana, donde se reúnen los informes completos elaborados por las y los observadores. Estos documentos forman una memoria crítica, diversa y profundamente democrática, que le permite al IECM mejorar en sus procesos.

Observar es involucrarse, acompañar, preguntar y aprender. Es una forma de decir que la democracia no es un asunto ajeno, sino un proceso del que todas y todos formamos parte. Cada vez que una persona observa una actividad del Instituto, se abre una ventana más hacia la transparencia.