La secretaria de Turismo del Gobierno de México, Josefina Rodríguez Zamora, traza la hoja de ruta que llevará al país a convertirse en la quinta potencia turística global, con una política centrada en las comunidades, la sostenibilidad y una proyección internacional sin precedentes.
Sin duda, el turismo es un pilar fundamental para México. Somos una potencia turística, y más allá de que esta actividad aporta el 8.6% al PIB nacional, lo más relevante es que se ha convertido en un motor para generar prosperidad compartida.
El turismo comunitario es una de las expresiones más importantes de este fenómeno: comunidades y poblaciones locales se integran de manera real al sector, lo que se traduce en derrama económica, mejora en los indicadores sociales y, sobre todo, en una mejor calidad de vida. Todo esto, además, en un marco de sostenibilidad.
En ese sentido, el papel del turismo es estratégico, y lo es aún más en este momento político que vive el país.
Necesitamos mantener viva la marca México —nuestra marca destino— de forma permanente,esta estrategia busca que sea sinónimo de hospitalidad, tranquilidad, riqueza cultural y nuevas joyas turísticas por descubrir.
El segundo pilar es la diversificación de la oferta turística. México no puede seguir siendo identificado únicamente por una playa. Hay 32 entidades que hoy tienen una gran oferta turística, y estados con nueva infraestructura, como el Tren Maya, que merecen proyección nacional e internacional.
El tercer pilar tiene que ver con la comercialización del sector, y aquí entra con fuerza la digitalización. Competimos en un mercado global, por lo que necesitamos construir destinos inteligentes, donde el contacto entre prestadores de servicios —grandes o pequeños— y turistas sea directo. Queremos conectar al viajero con la cocinera tradicional, con el guía de senderismo, con el proveedor de servicios de ecoturismo.
El cuarto pilar es la infraestructura turística. No podemos aspirar a ser una potencia sin una infraestructura sólida, sostenible y respetuosa del medio ambiente. Queremos evitar la saturación que ya están enfrentando otros países —lo hemos visto recientemente en las noticias— donde se empieza a hablar de turismo “invasivo”.