Michoacán: la competencia interna por el segundo mandato morenista

26 de Noviembre de 2025

Gabriel Envila Fischer

Michoacán: la competencia interna por el segundo mandato morenista

Columna invitada_Redes

A poco menos de la mitad de que el inesperado gobierno de Alfredo Ramírez Bedolla termine, los equipos de la izquierda michoacana antes perredista, que lograron ingresar a Morena, alistan alianzas para buscar permanecer seis años más en el gobierno. La costumbre desde que fundaron el PRD, permite que cualquiera se sume a la lista de posibles precandidatos a gobernador, aunque siempre en la final, sean sólo dos los que computen con posibilidades reales.

Dos nombres, sin contar al alfil que Ramírez Bedolla busca reinventar, suenan con posibilidades y, sin que la mención de la maestra en primer lugar signifique una ventaja, se puede afirmar que Fabiola Alanís Sámano, ha construido una narrativa de género a su favor y una relación positiva con los medios de comunicación desde que fue presidenta estatal del PRD, que desde entonces le valen muchas menciones como posible futura gobernadora y un efectivo, al menos mediático, posicionamiento sobre esta posibilidad, y el histórico y persistente, exlíder magisterial, Raúl Morón Orozco, quien actualmente cuenta con el respaldo, o al menos así parece hasta hoy, del exgobernador Leonel Godoy Rangel, se disputarán la candidatura que por supuesto habrá de pasar por el visto bueno de la presidenta Claudia Sheinbaum, y que se sabe se definirá por una encuesta supuestamente libre y transparente.

Fabiola Alanís, esposa de Rogelio Sosa, primo de Raquel Sosa Elízaga, socióloga, historiadora, directora de las Universidades del Bienestar desde 2019 y, sobre todo, leal pieza política de la 4T -slogan que se ha ido diluyendo- cercana al expresidente Andrés Manuel López Obrador y quizá un poco también a la actual presienta Claudia Sheinbaum, ha construido por años una relación cercana y posiblemente de confianza con el círculo mayor que gobernó al país de 2018 a 2024, pero que cambió significativamente y hoy sufre de reacomodos y confrontaciones internas que mueven el tablero tanto para Alanís Sámano como para el profesor Morón.

Por su parte, Raúl Morón quien fincó su poder político al amparo de las negociaciones con la maestra Elba Esther Gordillo en los años 80 y 90, siendo él representante del ala disidente del magisterio, durante el proceso electoral de 2018 tejió una relación en principio con Andrés López Beltrán, hijo de López Obrador y encargado hoy de cuidar las alianzas de su padre mientras labra sin mucho tino su propia suerte en la vida política del país; ese primer acercamiento con el hijo del expresidente, le valió a Morón Orozco el respaldo para obtener la candidatura de Morena al gobierno de Michoacán en la pasada elección, que le fue arrebatada por el Instituto Nacional Electoral, por el incumplimiento de una norma que él mismo avaló como legislador años atrás, un error que si fue propio, sería muestra de cómo el rasgo de nobleza que caracterizó al profesor Morón puede desaparecer cuando el poder parece alcanzarlo, o si fue de su equipo, la dificultad con que el senador intenta construir un equipo para alcanzar su tan anhelada candidatura con cuadros de bajo perfil que lo mal asesoran y mal operan asuntos de importancia. Para saldar el error, Morón Orozco construyó una narrativa de victimización que al parecer fue comprada por el círculo de Sheinbaum, en la que se posiciona como una deuda o compromiso que se tiene con el exlíder magisterial.

Por su parte, deconstruyendo sus propios equipos y tras el ingreso de Carlos Torres Piña como nuevo Fiscal de la entidad, el gobernador Alfredo Ramírez impulsa un nuevo nombre ubicado dentro de su administración: Gladyz Butanda Macías, actual secretaria de Desarrollo Urbanismo y Movilidad, que con boletines en los medios de comunicación, nunca relativos a su gestión dentro de la administración, impulsa su nombre para intentar ubicarse en una carrera que hasta el momento sigue siendo de dos y en la que el fiel de la balanza se dice será el capital político de Torres Piña, más cercano dicen, a pactar con Raúl Morón.

En la pasada elección interna de Morena, Torres Piña tuvo que reducir el perfil de sus aspiraciones ante la plancha que le mostró Raúl Morón e improvisar una candidatura al gobierno de la capital michoacana, en la que no le fue nada bien contra el actual presidente municipal panista, Alfonso Martínez Alcázar, quien en la próxima contienda electoral será con toda seguridad el candidato panista a la gubernatura, pero difícilmente con mayores posibilidades de las que hoy tiene el segundo lugar de la contienda interna morenista.