En un país con una creciente y preocupante polarización, todos los medios y posibilidades de reconciliación serán celebrados, y si estos encuentran origen desde la pluralidad, el respeto y el reconocimiento mutuo, adquieren validez, legitimidad y compromiso.
En el marco del memorándum de entendimiento entre el Seminario Universitario de Estudios sobre Democracia, Defensa, dimensiones de la Seguridad e Inteligencia, SUEDDSI, de la UNAM, y el Instituto Mexicano de Estudios Estratégicos en Seguridad y Defensa Nacionales, IMEESDN, de la Secretaría de la Defensa Nacional, los pasados 11 y 12 de noviembre, en el Salón de Actos de la Universidad del Ejército, Fuerza Área y Guardia Nacional, se llevó a cabo el V Seminario Internacional: Prospectiva Global de las Relaciones Civiles y Militares en Democracia.
Con dos conferencias Magistrales, entre la que figuró la dictada, en la ceremonia de inauguración, por el Rector de la UNAM, Doctor Leonardo Lomelí Venegas, y cinco paneles de discusión, expertas y expertos de transcendencia internacional abordaron los estudios, oportunidades y relevancia de las relaciones entre la sociedad civil y el sector militar en México y el mundo.
Desde la perspectiva histórica, jurídica, sociológica, política y diplomática, se evidenció que la confianza y apoyo mutuo entre estos sectores sociales son más que indispensables para el desarrollo, la seguridad y la defensa nacionales.
Difícil es resumir los acertados y provocadores comentarios de todas y todos aquellos a quienes reúne los objetivos comunes de justicia, solidaridad y las libertades democráticas en aras del desarrollo y la consciencia nacional.
Sería quizá pertinente, partir de la idea general de lo necesario que resulta el fortalecimiento de la cooperación y acompañamiento entre civiles y militares en un país como México, con sus historias y compromisos, identificando en esta una de las rutas para la cohesión, la identidad y soberanía nacional.
Entender esta dinámica de cooperación, es entender que los acuerdos al igual que la justicia misma, provienen de las desigualdades, pero se orientan a fomentar el entendimiento y las resoluciones pacíficas en los propósitos compartidos.
Esa, es la tarea de todos los sectores sociales. Y aunque este foro se encauzó hacia los vínculos entre los estamentos civil y militar, no hubo desperdicio al señalar el vínculo necesario con los sectores empresarial y político, todos ellos, componentes funcionales del Estado.
Aprovecho el espacio para agradecer particularmente las atenciones de la Secretaría de la Defensa Nacional, la Rectoría de la Universidad del Ejército, Fuerza Área y Guardia Nacional, al IMEESDN, su director y claustro docente, así como la entusiasta coordinación del Doctor Javier Oliva Posada en el SUEDDSI.
Mención especial me merecen los doctores Yadira Gálvez Salvador, Gloria Roxana Juárez Parra y David Cienfuegos Salgado por su destacada participación en este evento y en el proyecto universitario de generación y difusión de la cultura de la seguridad.