Ante la pasividad que ven ciudadanos de Culiacán, Sinaloa, de parte de las autoridades de todos los niveles, ministros de culto, padres de familia, comerciantes, profesores, amas de casa, estudiantes, prestadores de servicios y población civil, se vieron obligados a protestar organizando un colectivo llamado “Culiacán Valiente”, luego de que esa población ha vivido más de 20 días bajo fuego.
Algunos pastores evangélicos, que prefieren guardar el anonimato por temor a su integridad y la de los suyos, aseguran que han sido testigos de que policías y militares están “enterados” de quiénes son y dónde están los “generadores de violencia” porque en el municipio “todos los conocen y son encubiertos y protegidos por las autoridades de todos los niveles”.
El pastor Arturo, líder de uno de los centros cristianos más grandes de Culiacán comenta que ya hay pláticas entre sacerdotes y representantes de otras iglesias para solicitar a las corporaciones policiacas que cumplan con su deber, pero las denuncias han quedado en el olvido. “Los uniformados avisan a los traficantes cuando los militares van a llevar a cabo operativo y cobran cuotas a los “halcones” (jóvenes y adolescentes al servicio de traficantes que se dedican a vigilar los movimientos de las corporaciones, así como del Ejército y la Guardia Nacional para alertar a sus líderes).
Cobran derecho de piso por los eventos masivos que llevan a cabo tanto católicos como evangélicos en municipios como Mazatlán, Culiacán, Badiraguato, Los Mochis y Guasave, donde han denunciado amenazas que reciben si es que no pagan, pero sin que hasta ahora haya intervención real de las autoridades.
Es por eso que se organizaron varias congregaciones cristianas y marcharon -vestidos de blanco- desde la plaza comercial Cuatro Ríos hacia la Fiscalía del Estado en demanda de que el estado garantice la paz que perdido Sinaloa.
La semana pasada también evangélicos se congregaron en el parque central de Tapachula, Chiapas, para orar y exigir al gobierno de Rutilio Escandón Cadenas que cesen las amenazas, los cobros de piso, los secuestros y los asaltos que sufren diariamente integrantes de todas las iglesias en la entidad. Ese estado es el que mayor número de no católicos tiene a nivel nacional y donde las redes del narcotráfico han reclutado en sus filas a quienes alguna vez participaron activamente en congregaciones evangélicas, al igual que en Sinaloa.
“Ya ha habido casos de jóvenes que fueron líderes en sus iglesias y ahora sirven al crimen organizado. Se dejaron cautivar por el dinero y el poder. No son pocos, los hay de todos los niveles y lo grave es que ahora tienen mayor liderazgo; quizá fue por la falta de oportunidades para superarse, o por la corrupción impune que hay en el gobierno, o por la crisis de valores que ha llegado a los templos… lo grave es que también son ejemplo para otros hermanos que seguramente seguirán sus pasos”, finaliza el reverendo Arturo.
PALABRA DE HONOR: La Conferencia del Episcopado Mexicano le dio la bienvenida a la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo mediante un comunicado en donde dijo que se debe trabajar con seriedad y visión para mejorar el Sistema Educativo “tan descuidado por políticas públicas limitadas en los recursos y por la visión carente de un verdadero humanismo…”.