Un lugar que cuente con buena ambientación, íntimo y además que haga que quieras chuparte los dedos o te transporte por algún sabor o aroma de sus especies a algún sitio remoto, con felicidad o recordación, es un lujo. Y eso, es Paprika.
Su personalidad es clara, los mejores ingredientes acompañados de olores y sabores para compartir con la pareja, amigos, familia e incluso solos. Un espacio cuya mejor idea es pedir al centro para que no te limites ni te quedes con las ganas de probar algún platillo; además, las porciones son de tamaño mediano, así que puedes pedir más.
La magia está en la cocina de la chef Josefina Santacruz, con su cuidado permite contar con una amplia carta de platillos árabes y mediterráneos empezando, por ejemplo con platillos de Líbano, Hungría, Egipto e Israel, entre otros sabores más.
No puedes perderte el jocoque; el cous cous frío con pepino y hierbabuena; el betabel rostizado con queso de cabra (para chuparse los dedos) y rematar con una carne de cordero a la plancha con pan árabe.
Para brindar, cuantas con buena carta de vinos y bebidas tradicionales pero también con una serie interesante de cocteles sin alcohol, Arac (fuerte pero imperdible), así como deliciosos tés e infusiones del otro lado del mundo.
Veredicto: Un placer para los sentidos.
El costo aproximado por persona con bebidas es de 400 pesos más propina. Paprika Calle Marsella 61 Col. Juárez Ciudad de México Calificación: ★★★★✰
