Crecimiento, inflación, petróleo y política

19 de Abril de 2024

Luis M Cruz
Luis M Cruz

Crecimiento, inflación, petróleo y política

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1.

El segundo semestre del año, al igual que la segunda mitad del sexenio, se ve pleno de desafíos. El balance a mediados de 2021 pinta favorable en términos de la recuperación económica en el mundo, con una visión promisoria para la segunda mitad del año. No obstante, el rebote corre a distintas velocidades entre países e inclusive entre los diversos sectores dentro de un mismo país. Las cuestiones relacionadas con lo desigual y sostenible de la recuperación continuarán siendo un desafío importante para las políticas públicas en todas partes. Asimismo, a pesar del apoyo de los estímulos fiscales y monetarios en diversos países y del avance en los programas de vacunación, prevalecen los riesgos asociados a nuevas cepas del Coronavirus que podrían estorbar el ritmo de reactivación.

2.

Ni siquiera en Estados Unidos el presidente Biden logró alcanzar el objetivo del 70% de la población vacunada para el 4 de julio, con sólo cerca de 55% habiendo recibido al menos una dosis. Paradójicamente, parece que para alcanzar ese nivel todavía falta mucho, ya que al ritmo actual se requerirían ocho meses. Conforme a una encuesta del

Washington Post/ABC News, 2 de cada 10 estadounidenses han dicho que definitivamente no se van a vacunar, por arriba del 16% medido en abril.

3.

Otro gran foco de atención se centra en las presiones inflacionarias experimentadas en muchas regiones. Por un lado, prevalece el dislocamiento en la cadena de suministros –ya sea por factores de logística, climáticos o sanitarios– generado presiones en costos y carencias de insumos básicos como acero, semiconductores y chips, las cuales han comenzado a trasladarse a los precios al consumidor. Adicionalmente, existe también un exceso de demanda ante la importante recuperación de algunas de las principales economías locomotoras del mundo, como Estados Unidos, la Unión Europea o China, lo cual se traduce en distorsiones del mercado. Ambos, déficit de abasto de insumos y mayor demanda de productos, significan presiones inflacionarias adicionales.

4.

Además, el mercado petrolero también registra el efecto combinado de una mayor demanda y un menor abasto, impulsando el precio del barril de petróleo hacia arriba. Lo que debieran ser buenas noticias para los países productores, en realidad preocupa por la dislocación del mercado global aparejada. La crisis al interior de la OPEP+

(productores organizados más los grandes productores no afiliados como Estados Unidos, Canadá, Australia y México entre ellos) provoca que los futuros del petróleo suban a máximos cercanos a 80 dólares el barril. Se teme que los problemas al interior de la organización generen un déficit de oferta ante la inminente recuperación de la demanda. El alto precio del combustible es uno de los principales factores en la formación de precios en todas partes, impactando necesariamente la inflación.

5.

México no es la excepción y los temas globales le afectan. Tras las elecciones intermedias del 6 de junio, los temas relevantes debieran ser la recuperación económica, la implementación de políticas públicas y su traducción en el presupuesto, así como las expectativas de estabilidad y certidumbre en los próximos meses y años. El país tiene una expectativa favorable de recuperación tras la profunda caída del 2020, pero con desafíos importantes en términos de inflación y aspectos presupuestarios. Las tres principales agencias calificadoras internacionales recientemente ratificaron la valoración soberana, manteniendo el estatus de emisor con grado de inversión. No obstante, el factor político tras la apertura del proceso de sucesión presidencial habrá de agregar otros elementos a considerar, más allá de la estabilidad macroeconómica, las finanzas públicas sanas, la calidad de las políticas públicas y la participación de México en el Acuerdo Comercial de América del Norte, bases de nuestra apuesta por un mejor futuro.

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