Sin mencionar una defensa anticipada o respaldo en favor de Manuel Bartlett Díaz, el presidente Andrés Manuel López Obrador no descartó la posibilidad de que el actual director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sea citado a declarar entorno a la tortura y asesinato del agente de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos, Enrique Kiki Camarena, aunque pidió no adelantar vísperas.
A propósito de la detención de Rafael Caro Quintero alias el Narco de narcos, fundador del extinto cártel de Guadalajara, señalado por el crimen del agente estadounidense, cabe destacar que Bartlett Díaz se desempeñaba entonces como secretario de Gobernación, y versiones testimoniales en documentos oficiales refieren su probable involucramiento en el crimen ocurrido en 1985.
“No sabemos todavía, es un proceso legal que se va a seguir y se va a continuar, y hay que esperar. Nosotros no actuamos de manera ilegal y no hay impunidad”, respondió el Presidente en referencia al proceso de extradición que Caro Quintero debe enfrentar en México, luego de que un juez federal le concedió una suspensión de plano a fin de evitar su entrega en extradición al gobierno de Estados Unidos de manera exprés.
Al ser cuestionado sobre la posibilidad de que, conforme al avance de las indagatorias de las autoridades estadounidenses, eventualmente haya disposición de su gobierno para que Manuel Bartlett pudiera colaborar en la indagatoria de la llamada Operación Leyenda, con la que la DEA buscó ubicar a todas las personas responsables en el caso de su agente Camarena, el mandatario pidió no adelantar vísperas, “no nos adelantemos, vamos a esperar”.
De acuerdo con la información revelada en diversas investigaciones periodísticas, Manuel Bartlett, entonces titular de Gobernación en el gobierno de Miguel de la Madrid, estuvo al tanto del secuestro, tortura y homicidio del agente estadounidense sin haber informado nada al respecto, con lo cual hay versiones de testigos que lo identifican incluso como presunto partícipe del crimen con el exagente antidrogas, debido a que dentro de los nombres de posibles involucrados que detectó la DEA como parte de la Operación Leyenda en busca de esclarecer el asesinato, se encuentra el del hoy funcionario federal.
E incluso como este diario ha documentado, otro caso aún sin esclarecer en el que también estaría involucrado el director de la CFE es el del periodista Manuel Buendía, quien poco antes de haber sido asesinado, indagaba al entonces secretario de Gobernación y las evidencias que lo vinculaban de nexos con el narcotráfico, como la versión de que bajo el respaldo de la extinta Dirección Federal de Seguridad (DFS) —agencia entonces dependiente de Bartlett— y el apoyo de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA por sus siglas en inglés), se entrenaba a miembros de la guerrilla Guatemalteca en un rancho propiedad de Caro Quintero, ubicado en Veracruz.
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