RIP Yoshimi

4 de Noviembre de 2025

Ana Saldaña

RIP Yoshimi

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Uno de mis grandes placeres en la vida es sentarme en una barra de sushi y ponerme en las manos del Sushi Chef, pidiéndole lo que comúnmente se conoce como “Omakase”. El Chef tiene la responsabilidad de darle al comensal lo mejor que tiene ese día en su barra. Es una cuestión de honor que nunca debe tomarse a la ligera. Con el tiempo, el Sushi Chef desarrolla una relación con los que se sientan en su barra, recuerda lo que le gusta y se vuelve innecesario pedir. Como comensal uno tiene la certeza de que en cada visita tendrá la mejor experiencia que se puede tener ese día.

A lo largo de los años llegué a frecuentar el Yoshimi, primero bajo la bandera del Hotel Nikko y posteriormente bajo el nombre de la cadena Hyatt Regency. Por años recomendé ampliamente este lugar, sobre todo porque el Chef Nacho Carmona, era garantía. Sin importar el nivel de conocimiento que el comensal pudiese tener sobre el sushi, siempre se enfocaba en ofrecerle la mejor experiencia.

Casi lloro de la tristeza al sentarme en la barra del Yoshimi el domingo pasado. Al preguntar por el Chef Nacho, el Chef Santos, su mano derecha, nos comentó que ya no trabajaba ahí desde el miércoles de esa misma semana. Al preguntarle qué había pasado, no supo decirnos nada más.

Con tristeza, nos pusimos en manos del Chef, preguntándole que era lo que recomendaba ese día. Para empezar, pedimos un sashimi de los pescados sugeridos: hamachi, el preciado atún aleta azul y salmón.

Cual sería nuestra sorpresa cuando en lugar de recibir la media orden que normalmente nos daba Nacho, nos dio una orden completa. Visualmente la presentación carecía los detalles artísticos a los que tanto nos tenía acostumbrados el Chef Nacho. Además, lo triste fue que no solo era una porción excesiva, sino que además el atún aleta azul no estaba muy bueno y la verdad no ameritaba incluirse en lo que el Chef recomendaba como lo mejor del día. También en el plato había un poco de panza de hamachi finamente picado montado sobre una mitad de limón. Al comerlo, encontré varias espinas. Al comentarle al chef, lo que había sucedido, me dijo que como se rallaba sobre el hueso, eso podría pasar. Sin embargo, estoy convencida es más una cuestión de técnica. Cualquier Sushi Chef no me dejará mentir. Si la persona responsable de hacerlo no domina la técnica, no se le debería servir al comensal ya que se corre el riesgo de que traiga la porción trozos de hueso.

Posteriormente seguimos con las piezas. El arroz era de la temperatura adecuada y el pescado estaba bueno, sin encontrar esos momentos de sorpresa que normalmente esperaría uno cuanto se pone en manos del Chef, quien siempre es motivado a mostrar lo mejor. La pieza sobresaliente de la tarde fue una de calamar que había sido marcada de una manera diferente en forma de diamantes en lugar de rallas que ofrecía una textura más suave, acompañado de una salsa conocida como Yuzukoshō, que está hecha con el limón yuzu japonés y chile tipo serrano. Pero bueno, eso fue lo más innovador de la visita.

La experiencia fue bastante intermedia. No había ni sombra de lo que estábamos acostumbrados a comer en la barra del Yoshimi. La tristeza de mi acompañante y mía era evidente. Pero bueno, aún lo peor no había sucedido. Al llegar la cuenta, nos quedamos boquiabiertos. Ya hace tiempo, un día que Nacho estaba de vacaciones, el Chef Santos, nos había sugerido varias piezas, incluyendo una con res Waygu. Cual sería nuestra sorpresa que ese día pagamos la cuenta más cara que habíamos pagado en el lugar. Justo el domingo pasado también nos ofreció una pieza con res Waygu, pero después de la experiencia anterior, decidimos no pedirla. Pero aún sin Waygu, la cuenta, resultó ser ahora si la más cara que hemos pagado por 2 personas en el lugar.

Y bueno, si la experiencia hubiese sido increíble, ni chistamos, pero comparándolo con otras barras y la relación precio calidad que se ofrece en otros lugares, la visita no ameritó el costo de la misma. Quedé invitada a no volver. Se fracturó la frágil relación de confianza que tenía al sentarme en la barra y ponerme en manos del Chef.

Investigando con mis contactos todo parecería indicar que pronto el Chef Carmona abrirá un nuevo lugar, prometo mantenerte al tanto. Sin lugar a duda seré de las primeras que busque sentarme en esta nueva barra. La relación de confianza entre el Sushi Chef y sus comensales es delicadísima y el Chef Nacho Carmona, siempre se esmeró en entender la importancia y responsabilidad que implica que uno pida Omakase.

Así, justo en estos días de muertos, quedó sepultada y en cenizas con la partida del Chef Nacho la reputación de este lugar que por más de 10 años fue de mis restaurantes favoritos. RIP Yoshimi.

Espero que tengas un buen día y recuerda, ¡hay que buscar el sabor de la vida!