“No podemos pensar ser efectivos en la lucha contra la corrupción en el estatus que muchos estados han mantenido a las auditorías superiores de los estados, es evidente que existe una vinculación política, una gran dependencia para su financiamiento y a veces obstáculos para que se mantengan en el cargo los auditores, sobre todo cuando hay un cambio de gobierno”.
Así lo alertó David Colmenares Páramo, titular de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), quien enfatizó que la dependencia económica en algunos órganos auditorías en relación al Ejecutivo estatal les genera presiones extras para desempeñar sus funciones y recibir presiones de los mismos, lo que genera que no se combata de manera eficiente la corrupción.
En el Foro Internacional de mejores prácticas en materia de fiscalización organizado por la Cámara de Diputados, Colmenares Páramo dijo que México avanzó en términos de la medición de la corrupción, sin embargo, el problema radica en los indicadores y mecanismos de coordinación intergubernamental e interinstitucional entre poderes para combatirla con eficacia.
Se trata, pues, señaló de “fortalecer y dar autonomía a las auditorías superiores de los estados es el reto que consolide este proceso y prevenir malos manejos del gasto público”, apuntó.
De ahí que propuso una reforma que federalice a los órganos de fiscalización mediante la independencia presupuestal y de nombramientos de los contralores locales. “Un tema que me preocupaba desde antes de estar en la Auditoría es el del fortalecimiento de las auditorías superiores de los estados, realmente forma parte de todo un paquete de cambio que tenemos que fortalecer”, expresó.
Destacó que “la fiscalización sobre el ejercicio de los recursos públicos es un trabajo difícil por las presiones que reciben los auditores en los estados, entonces sólo con la coordinación institucional entre los auditores y el apoyo que ofrezca la Cámara de Diputados se podrán consolidar las acciones”, concluyó.