El sabotaje climático trumpeano

30 de Abril de 2024

Juan Antonio Le Clercq
Juan Antonio Le Clercq

El sabotaje climático trumpeano

le clercq

A pesar de las advertencias de científicos y organizaciones sociales ambientales, pero también del rechazo a la medida entre gobiernos locales e importantes empresas dentro de los Estados Unidos, Donald Trump continúa firme en su decisión de abandonar el Acuerdo de París. Tienen más peso la agenda del sector petrolero y la necesidad de agradar a un sector de la derecha furiosamente escéptica sobre las consecuencias del cambio climático.

El viernes pasado el Departamento de Estado de Estados Unidos envío a las Naciones Unidas un comunicado ratificando su decisión de abandonar el Acuerdo de París. ¿Qué es lo que comunica Estados Unidos a la comunidad internacional? Primero, reitera su intención de abandonar el Acuerdo de París “tan pronto como sea elegible para hacerlo en consistencia con los términos del Acuerdo”.

El artículo 28 del Acuerdo establece que los países pueden anunciar su intención de abandonarlo tres años después de su entrada en vigor y hacer efectiva su decisión un año después. Considerando que el Acuerdo entró en vigor el 4 de noviembre de 2016, los países firmantes pueden anunciar su intención de abandonarlo el 4 de noviembre de 2019 y hacerlo efectivo en la misma fecha en 2020, curiosamente el día inmediato después de las elecciones presidenciales en los Estados Unidos, programadas para el martes 3 de noviembre de 2020. Aunque la comunicación del Departamento de Estado señala que su decisión será “consistente con los términos del Acuerdo”, de tomarse como el anuncio formal de su salida, en los hechos estaría violando los términos del Acuerdo. La otra posibilidad es que la comunicación enviada no represente la denuncia formal, sino una nota que informa que en su momento se hará el anuncio. Así de bizarra es la comunicación del Departamento de Estado. Lo que al parecer ocurre es que el gobierno de Trump, impulsivo en sus decisiones, está descubriendo que no puede anunciar su salida o abandonar el Acuerdo antes de los plazos establecidos, sin violar al mismo tiempo un tratado internacional ratificado por Estados Unidos. Los dislates diplomáticos y las ocurrencias impulsivas de Trump tienen consecuencias. En el mismo comunicado, el gobierno de Estados Unidos ofrece mantenerse dentro del Acuerdo si “identifica términos que sean más favorables”. Sigue la necedad de buscar una renegociación del tratado que ya ha recibido un rechazo tajante entre la comunidad internacional. Finalmente, el comunicado confirma que para “proteger los intereses de Estados Unidos y garantizar que todas las opciones de política futura permanezcan abiertas para la administración”, continuarán participando en las conferencias internacionales sobre cambio climático. Lo cual significa que Estados Unidos sale del Acuerdo y que seguirá una lógica obstruccionista en las próximas negociaciones y encuentros para avanzar en el cumplimiento de los mandatos del tratado.

Ni pichar, ni cachar, ni dejar batear parece ser la máxima de la diplomacia climática estadunidense al menos hasta 2020. Sabotaje climático en estado puro que tendrá consecuencias muy negativas en el ambiente diplomático y dificultará aún más cumplir a tiempo los compromisos alcanzados en 2015.

Te Recomendamos: