La pugna que se está dando entre los secretarios de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, está provocando que se muevan las piezas en el tablero del canciller. Dicen los que saben que el secretario de Educación, Aurelio Nuño, ha comenzado a comentar en sus círculos que en efecto, después de la elección para gobernador en el Estado de México en junio, de donde lo responsabilizó como enlace federal el presidente Enrique Peña Nieto, se cambiará de despacho, del Centro Histórico a Bucareli, para ocupar la cartera de Gobernación. Como se mencionó en esta Trastienda, no se sabe todavía si el titular actual es desplazado a un cargo menor o le abrirán la puerta para la candidatura presidencial. Otro ajuste en el establo videgarayista se está cocinando, que sería la llegada del secretario de Hacienda, José Antonio Meade, al Banco de México, cuyo gobernador actual, Agustín Carstens, renunciará en octubre para ir a dirigir el Banco de Pagos Internacionales en Basilea, aunque este movimiento, de realizarse, sería mal visto por aquellos que luchan, empujan y fortalecen la autonomía del banco central.