El Presidente Naranja

28 de Abril de 2024

J. S Zolliker
J. S Zolliker

El Presidente Naranja

1ZOLLIKER

En la oficina oval, huele a café. El sol comienza a penetrar por las ventanas. En una charola dorada —mandaron quitar toda la platería— le sirven un jugo de naranjas recién traídas de Florida, tal y como le gusta.

—Muy buenos días, señor Presidente —le saluda con reverencia— ¿cómo se encuentra hoy?

—Como siempre, Steve, listo para hacer de América grande —respondió artero y tajante, incluso pinchándole el pecho con el dedo índice.

—Sobre ese lema le quería hablar —le contestó Steve con cierto temor—. Sucede que nuestros especialistas en mercadeo nos recomiendan cambiar de frase porque América es todo un continente, no nada más nuestro país.

—¿Cómo que América es un continente entero? —espetó enojado— ¿me quieres ver la cara de bobo? ¡América somos nosotros! ¿Qué coños es eso de que América se extiende desde el océano Glacial Ártico por el norte hasta las islas Diego Ramírez por el sur?

—Sí, señor Presidente. Incluye a todos. Digamos vulgarmente, que de Alaska a Argentina.

—¡No! ¡Esto se acabó! No he ni desayunado y ya me quieren joder la vida. ¡Ni una fregada! América es de los americanos y se joden. Steve, escribe este grandioso decreto, ahora mismo: américa será a partir de hoy, nuestro país, le guste a quien le guste. Al sur de nuestra frontera, donde construiré esa gran muralla, ese grandioso muro, el muro más espectacular que haya visto la humanidad, se llamarán todos latinos. ¡Punto! ¡YO lo decreto! ¿Y Canadá?

que no se diga que soy intransigente. Serán la buena gente de Canadá. Pero para abajo, ¡todos latinos! No me importa que eso cambie la configuración continental, ¿acaso no somos los chingados Estados Unidos para hacer los que se nos dé la gana con el mundo? —jadeó y luego preguntó— ¿qué te pasa Steve?, ¿qué tienen que ver los nativos aquí? ¡Apunta otro decreto! Los nativos no son americanos, son aliens del exterior y se sujetarán a MIS leyes bajo pena de ser extraditados.

—¿Extraditados? ¿Los nativos norteamericanos? ¿A dónde, señor Presidente?

—¡A México! ¡O el espacio exterior! Sí, eso, el espacio. De una vez, Steve, ¡decreta que el espacio exterior es nuestro!

—No puedo hacer eso, señor Presidente, sería como decir que todo el océano del mundo sería nuestro.

—¡Gran idea, Steve! ¡Hagámoslo! ¡Todos los mares y océanos! Y también quiero que incluyas como Estados, a la Luna y a Marte. Manda agregar un par de estrellas a la Bandera. Y Steve —agregó después de hojear algunas portadas de los principales diarios— algunos columnistas me acusan de ser un ladrón de oxígeno. Decreta que el oxígeno es MÍO y que nadie puede quitármelo. Y Steve, que las mujeres no pueden insultarnos. Hay que limitarles el libre discurso, sus marchas y su forma de vestir. Espera… Quizás, se puedan vestir como mi hija. ¡No! Olvídalo, mejor no, mi hija es demasiado sexy…

—Preguntan algunos medios de comunicación, porqué se casó con Melania, dicen que parece asustada. —Diles que la elegí por ser una chicha inteligente, Steve —respiró profundo—. Esto no lo cuentes: la llevé al mirador de mi torre en Chicago y su pareja se tropezó con mi algo, y cayó al abismo. Terrible, Steve. Terrible. Ella gritaba horrorizada, pero le pregunté de inmediato: ¿te vas con él o te quedas conmigo? Una chica inteligente, Steve, te lo digo. ¡Decreto que olvides todo esto! ¡Y decreto que se dejen de burlar de mi color naranja! ¡Y decreto que YO puedo decretar cualquier cosa que YO diga! ¿Estamos?… ¿Sabes Steve, leo que México con el TLC nos costó 3 millones de empleos en más de dos décadas y que China nos ha costado 30 millones en pocos años? Es cierto. No importa, Steve, ¡decreto que jodamos a México hasta lo imposible! ¿Por qué, Steve? Te lo respondo de inmediato: ¡porque los mexicanitos —a diferencia de los chinos— no saben karate! Y ya vete Steve, ya te vi demasiado y no he ni desayunado. @Zolliker

J.S. Zolliker le roba a la realidad una licencia para novelar diversas situaciones, muchas veces cómicas y otras tantas agrias, violentas y crudas.