La Transformación de México

28 de Abril de 2024

J. S Zolliker
J. S Zolliker

La Transformación de México

Sale durante uno de los recesos que tiene el congreso de biotecnología más importante del mundo. Hace calor y quiere un café, porque así acostumbra atemperarse. Mientras sorbe un poco de su bebida, se sienta a mirar la gente pasar. La doctora Garza es mexicana, graduada de la UNAM y doctorada con muchos honores en diferentes institutos internacionales por colaborar en investigaciones sobre medicina genómica para prevenir o disminuir las enfermedades que más matan a los mexicanos: diabetes, cáncer y problemas cardiacos.

Su celular emite una alerta. Le molesta, porque se le olvidó apagar los datos y teme que la cuenta telefónica le vaya a salir gigante. Está preocupada por cada centavo, pues el nuevo gobierno no sólo le negó la beca que ya tenía ganada, aun antes de las elecciones, para asistir a este cónclave de los más brillantes científicos en su ramo, sino que la corrieron. Así que ella está pagándolo todo con los pocos ahorros que le quedan (adiós a las vacaciones de diciembre para visitar a su familia en un remoto pueblo en el sureste mexicano).

En fin, que en el teléfono aparece la nota de que ha sido detenido en California, el líder de la Iglesia de la Luz del Mundo, a quien el nuevo gobierno le prestó, por primera vez en la historia de México, el Palacio de Bellas Artes para recibir un homenaje personal. Los cargos son graves: se le acusa desde tráfico de personas, hasta de pornografía infantil.

Está molesta. Ella votó por este gobierno pensando que sería como el cardenista, que impulsó la ciencia y el humanismo, pero resulta ser un gobierno al que parecen no importarle la vida de los más pobres, un gobierno que le presta Bellas Artes a un probable pedófilo y traficante de blancas; un gobierno que en pocos meses, parece estar destruyendo instituciones y proyectos que al país le han costado generaciones construir: la televisión pública y cultural, el CIDE, el Fondo de Cultura Económica, la Seguridad Social, los programas de vacunación, la prevención del dengue, el tratamiento al cáncer, el combate a incendios forestales, etcétera.

Resulta que el Presidente es tan todopoderoso que, además de viajar y comer en fonditas, tiene tiempo de borrar carreras —como la de la doctora— de un plumazo, de negar becas, de hacer que ganen más los jóvenes ninis que un deportista que representa a México o incluso, que médicos residentes que están sometidos a condiciones de trabajo inhumanas y temibles, en poblados gobernados por el crimen organizado y muy alejados de la mano de Dios (y de la Guardia Nacional).

Otra nota: AMLO no asistirá al G20, pero enviará una carta. Literal, la doctora Garza escupe su café. Ese foro concentra a los 20 países más importantes del mundo: Alemania, China, Francia, Japón, Reino Unido, Rusia, Estados Unidos y México, entre otros. Entre sus miembros, está el 86% del producto interno bruto mundial. ¿Están dementes? ¿En plena posible guerra comercial contra Estados Unidos y ante la baja del precio del petróleo? ¿Imaginan perder la oportunidad de platicar uno a uno y en confidencia con Ángela Merkel, con Macron, Putin, Trudeau? ¿De atraer negocios de Asia o Europa? ¡Qué barbaridad, parecemos una cochinilla que se hace bolita y se encierra, ensimismada! ¡Ya quisieran esta oportunidad Venezuela, Nicaragua o Cuba o una centena de países! ¿Esto es la transformación de México o el inicio de su destrucción? ¿Qué demonios pasa?