Recorridos | Reims, el brillo de la champaña

19 de Abril de 2024

Recorridos | Reims, el brillo de la champaña

Reims

El vino más famoso del mundo proviene de la tierra que le da nombre; donde viñedos y bodegas son Patrimonio de la Humanidad

A tan sólo hora y media del centro de París, se encuentra una pequeña ciudad francesa fundada en el año 80 a.C. que ha pasado de todo, desde su conquista por el emperador romano Julio César, pasando en el año 259 por la llegada de bárbaros de Bélgica, y saqueos en el año 278, así como es la ciudad en Europa en donde concluyó la Segunda Guerra Mundial.

Reims ha pasado por mucho, pero también tiene un oro burbujeante en sus tierras, la champaña, que genera recorridos de placer —que vale la pena decir— no es tan caro como pareciera, y vale mucho la pena visitar la ciudad, admirar su arquitectura gótica y visitar sus viñedos y cavas.

Viñedos, cata y champañas

Reims es el lugar de nacimiento y vida de este bebida dorada y burbujeante que conquista a todos, la champaña. En su camino podrás ver en sus campos las uvas colgando o preparadas las vides para hacerlo, dependiendo de la temporada.

Reims

Maison Taittinger

Su viñedo consta de 288 hectáreas repartidas en 34 viñedos independientes. Taittinger permite la degustación de sus champañas en la mesa de una de las figuras más cautivadoras de los Condes de Champaña, Thibaud IV, conocido como trovador, poeta y conquistador que partió en las cruzadas en 1239 trayendo un ejemplar de tesoros no vistos en el mundo, la rosa de Damasco y una nueva uva, antepasada de la Chardonnay, que generó la leyenda de una de las casas de champaña con más prestigio: Taittinger.

La firma ha estado vinculada a hechos históricos. Sus botellas fueron controladas y saqueadas por soldados de la Alemania nazi. Fundó junto con el conde Robert-Jean de Vogué de Moët & Chandon el Comité Interprofessionnel du vin de Champagne para esconder sus producciones en las partes secretas de sus bodegas, etiquetar las botellas con la leyenda de veneno, y refugiar a judíos. Curiosamente la guerra en Europa concluyó de forma oficial en Champaña.

Maison Veuve Clicquot

Esta firma cuenta con 390 hectáreas repartidas en 32 viñedos independientes. Fundada en 1772 por Phippippe Clicquot, y traspasada a su hijo François 15 años después, que contrajo matrimonio en 1798 con Barbe Nicole Ponsardin hija del barón Nicolás Ponsardin. Madame Clicquot quedó viuda en 1805 y es ahí cuando, en las manos de una mujer, logra brillar y consolidarse la marca en una época en la que era impensable tener a mujeres empresarias.

Su audacia e inteligencia, así como la exigencia en las uvas y procesos, innovación como la creación de la mesa de removido para aclarar la champaña, así como la creación de la champaña rosada logró que se ganara el sobrenombre, hasta el día de hoy, de la “gran dama del champán”.

Visitar sus bodegas es toda una experiencia digna de vivir.

Maison Louis Roederer

240 hectáreas y las cavas de esta firma tiene de igual forma una gran historia. Es de las últimas casas de champaña familiar e independiente. Mientras varios compraban uvas, Louis Roederer cuidaba su viñedo con la idea clara de que el gran vino tiene su origen en la tierra, está visión ha sido heredada a sus sucesores en la familia. Debemos decir que esta casa de champaña es de las que más prestigio cuentan en el mundo.

Reims ofrece uno de los paisajes vitivinícolas más sorprendentes del mundo.

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