Expertos advierten sobre la posible desaceleración de la Corriente del Golfo y la Circulación de Retorno Meridional del Atlántico (AMOC), lo que podría desencadenar un cambio dramático en el clima sobre la Tierra.
La AMOC actúa como el “termostato” del planeta, pero su debilitamiento podría traer consecuencias graves, desde enfriamiento en Europa hasta alteraciones en los patrones de precipitación.
Conforme el reloj del clima avanza, los científicos nos advierten sobre una amenaza que podría eclipsar incluso al temido calentamiento global.
¿Qué es la AMOC y por qué afecta la Tierra?
La Circulación de Retorno Meridional del Atlántico (AMOC) es más que solo una corriente oceánica; es el termostato de nuestro planeta; pero aquí está el truco: este termostato podría estar a punto de descomponerse.
Según los expertos, la AMOC se ha estado debilitando durante décadas, y ahora estamos viendo las alarmantes consecuencias.
Un estudio reciente publicado en Science Advance señala que la AMOC está en su punto más débil en más de mil años. ¿El culpable? El cambio climático.
El deshielo de los polos y el aumento de la temperatura del agua están arrojando agua dulce al Atlántico, desequilibrando este delicado sistema de corrientes.
¿Qué significa esto para nosotros?
Imagina un invierno que nunca termina. En Europa, las temperaturas caerían en picado, con descensos de más de 3°C por década. Las tormentas se volverían más feroces, golpeando el noroeste del continente con una furia sin precedentes.
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Pero Europa no sería la única afectada. La costa atlántica de Estados Unidos enfrentaría un aumento devastador del nivel del mar, mientras que el hemisferio sur se calentaría aún más.
Las regiones tropicales verían un cambio en los patrones de lluvia, con sequías e inundaciones desgarradoras.
¿Podríamos estar al borde del “día después de mañana”?
Recuerdas esa película de Hollywood, “El día después de mañana”, parecía pura ficción en ese entonces, pero ahora la realidad está golpeando a nuestra puerta.
Los científicos nos advierten que el colapso de la AMOC podría llevarnos a un futuro de inviernos implacables y veranos abrasadores.
El colapso de la AMOC no solo cambiaría el clima, sino que también afectaría a los ecosistemas marinos; reduciría la absorción de dióxido de carbono; y disminuiría el suministro de oxígeno en los océanos, una mala noticia para todos nosotros. DJ
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