Sin agua ni luz, así es la pobreza en millones de hogares en México
La situación de falta de servicios y hacinamiento es más grave en el sur, pese a los esfuerzos y programas sociales del gobierno

¿Puede imaginar llegar a casa y verse en la necesidad de encender una vela o una lámpara de petróleo para tener iluminación en su hogar? ¿O que tal tener que juntar leña para cocinar todas sus comidas? ¿O recolectar agua desde un pozo lejano para darse un baño frío, lavar los trastes o simplemente tomar un vaso? Aunque estas condiciones parecen limitarse a unos cuantos, la realidad es que millones de hogares en México enfrentan una realidad en la que la electricidad, el drenaje e incluso un techo firme son privilegios inaccesibles.
Martha Lopéz, habitante de la Ciudad de México, pertenece a uno de los mil 917 hogares que no tiene servicio de electricidad aunque vive en la capital más grande y poblada de todo el continente. Su vivienda está hecha de cartón y materiales que ha recolectado como pepenadora de basura en Iztapalapa, alcaldía que concentra la mayor cantidad de casas sin este servicio, y en la que esta mujer se asentó años atrás en un terreno baldío junto a otras familias.
Tipo de suelo de las viviendas:
A estos hogares no les hace falta sólo la electricidad, tampoco tienen agua potable o drenajes, por lo que las infecciones son frecuentes. También lo son la falta de seguridad y el abandono de otros servicios. Los habitantes de este asentamiento irregular parecen invisibles para las autoridades a pesar de tener más de dos décadas allí, e incluso algunos han conseguido tener luz al colgarse directamente del poste, mientras otros han improvisado letrinas rústicas a un costado de su hogar.
Es casi imposible imaginar que aún existan viviendas con estas condiciones en la Ciudad de México, pero los datos del último censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) demuestran que al menos 29 mil hogares de la capital enfrentan alguna o varias de estas carencias que mantienen a sus habitantes por debajo de la línea de pobreza y de las metas de desarrollo planteadas por distintos gobiernos.
Disponibilidad de agua en las viviendas:
Las cifras de la pobreza
Pero la situación de la Ciudad de México es mínima en comparación al resto del país, en donde existen millones de hogares sin electricidad, agua entubada, drenaje, sanitarios u otros elementos que se consideran básicos para cubrir el derecho a la vivienda digna. Aunque los indicadores gubernamentales consideran que la línea de la pobreza desaparece cuando alguna de estas necesidades ha sido cubierta, en realidad expertos en materia social y activistas denuncian que esta no es una medición multidimensional, y que deberían tomarse en cuenta otros factores que permitan una visión más integral.
Oscar Medellin, antropólogo social y experto en temas de desigualdad, mencionó en entrevista para ejecentral que existen otras carencias que escapan de las mediciones gubernamentales, pero que impactan profundamente en la calidad de vida y desarrollo de estos hogares como pueden ser el tipo de cocina principal, acceso a internet o a otro medio de comunicación e incluso la fuente primaria de ingresos de esas viviendas.
Disponibilidad de sanitario en las viviendas:
Respecto a las acciones de gobierno, el experto comentó que “es muy fácil disminuir los indicadores de pobreza con tan sólo poner suelos de cemento en los hogares como parte de una campaña o estrategia gubernamental. Pero son adornos, es maquillaje gris que no alivia otras carencias más profundas”.
Las cifras del INEGI demuestran esta otra perspectiva de la pobreza, en donde 47.6% de los hogares en México no tiene acceso a internet, una herramienta que se volvió indispensable durante la pandemia por Covid-19 y que además ha sido considerado un derecho humano. A la par, otras tres millones 37 mil viviendas no tienen televisión, mientras que otros 11 millones 294 mil tampoco tienen un aparato para sintonizar la radio.
Disponibilidad de drenaje en las viviendas:
En cuanto al número de habitantes por hogar, el promedio nacional se fija en 3 personas por casa, aunque en 13 estados el número de habitaciones es menor a uno por cada residente, lo que da una perspectiva sobre el hacinamiento que se vive en millones de viviendas en el país; de hecho, sólo 5 entidades, —cuatro de la frontera norte y la capital—, registran una tasa por encima de uno.
Sin embargo, las grandes cifras no diluyen la realidad de Lulú, quien vive con otros 15 integrantes de su familia en un terreno a medio construir en la alcaldía Gustavo A. Madero. Allí, los gritos para asignar los turnos para bañarse y las peleas por el agua que se calienta son algo conocido para sus vecinos, quienes también han ido construyendo pequeñas casas multifamiliares de lámina y ladrillo dentro de enormes terrenos que alguna vez fueron de paracaidistas.
Disponibilidad de electricidad en las casas:
Los indicadores que no se cuentan
La Organización de las Naciones Unidas reconoce que la vivienda digna es más que sólo cuatro paredes y un techo; de hecho lo califica como un derecho humano innegable, y destaca al menos siete elementos necesarios para considerar un hogar como adecuado. Con esto en mente, las cifras de esta institución apuntan a que el 38.4% de la población en México vive en una casa con hacinamiento, sin materiales duraderos o sin acceso al agua.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) rastreó cuatro programas federales que están fuertemente relacionados con el acceso digno a la vivienda en México, todos ellos operados por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), y otros tres que tienen tareas vinculadas pero que no se enfocan únicamente en esta labor.
Disponibilidad de internet en las viviendas:
Activistas por la vivienda digna, especialmente en los estados con mayor desigualdad, han creado diversos movimientos y fundaciones tanto para visibilizar estas carencias, como para recolectar fondos que les permitan construir hogares resilientes, adecuados y ecológicos que permitan el desarrollo pleno de sus habitantes.
La meta parece lejana, especialmente en los estados del sur, en donde la disparidad en la vivienda se coloca por encima del 50 por ciento. Sin embargo, Oscar Medellín asegura que “la mejor ruta es visibilizar estas carencias sin victimizar o fomentar el uso partidista para mejorar las condiciones de vida de millones de personas en México.”
Disponibilidad de televisión en las viviendas:
Disponibilidad de aparato para oír radio en las viviendas:
Disponibilidad de lavadora en las viviendas:
Disponibilidad de refrigerador en las viviendas: