La frontera entre la India y China, una zona disputada de más de 3 mil 488 kilómetros, ha visto reforzada la presencia militar de ambas naciones en las últimas semanas.
Pekín desplegó a unos cinco mil soldados y vehículos blindados en su parte de la frontera en la zona de Ladakh, y se han adentrado hasta cuatro kilómetros en territorio vecino.
Por su parte, la India desplegó un número similar de elementos, para colocar armas de artillería para defenderse de las incursiones chinas.
El pasado 5 de mayo soldados de ambas potencias nucleares se enfrentaron en las orillas del lago Pangong Tso en la meseta tibetana, lo que causó heridas en decenas de militares y desató una acumulación constante de tropas.
De acuerdo con medios internacionales, el detonante de la crisis fue la indignación de Pekín por la finalización de una carretera y un puente en el valle de Galwan por parte de la India.
Zhao Lijian, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, señaló que la situación en la frontera es “en general, estable y controlable”. Con información de RT. MAAZ