A casi un mes de su fallecimiento, se dio a conocer la forma en que el magnate de los medios y exprimer ministro italiano, Silvio Berlusconi, legó su fortuna.
La mayor parte fue heredada por sus cinco hijos nacidos de dos matrimonios. Marina y Pier Silvio Berlusconi, nacidos del primer matrimonio del magnate de los medios con Carla Dall’Oglio, heredan juntos 53 % de la sociedad familiar Fininvest. Los otros tres hijos, Luigi, Eleonora y Bárbara, del segundo matrimonio con la exactriz Verónica Lario, el 47 % restante. Estas disposiciones fueron adoptadas por el empresario en 2006, justo antes de ser hospitalizado en Milán.
La sociedad familiar controla una serie de sociedades, entre ellas el grupo de televisión MediaForEurope (ex-Mediaset), dirigido por Pier Silvio Berlusconi, las ediciones Mondadori, presididas por Marina Berlusconi, y el banco Mediolanum.
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Por su parte, Marta Fascina, su última pareja, recibió 100 millones de euros (equivalentes a 109 millones de dólares). Asimismo, 100 millones de euros se destinaron a su hermano Paolo, y 30 millones de euros (32.6 millones de dólares) a su amigo y socio Marcello Dell’Utri, cofundador de Forza Italia, quien anteriormente fuera encarcelado por actuar como intermediario entre Berlusconi y la mafia siciliana Cosa Nostra en la década de 1970.
Las disposiciones relativas a sus múltiples propiedades inmobiliarias o incluso a sus yates no se han dado a conocer.
El testamento de Berlusconi, quien dominó la vida política italiana durante décadas, iba acompañado de una frase manuscrita destinada a sus hijos: “Gracias. Siento mucho amor por todos vosotros, vuestro padre”. Las disposiciones relativas a Marta Fascina ya Dell’Utri, escritas en tinta negra y contenidas en un sobre no sellado, datan de enero de 2022 y están justificadas así por su autor: “Por el afecto que les he tenido y que me han tenido”.
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