Te contamos qué tan peligrosa es la nueva viruela de Alaska
Implementa IMSS Extensión Hospitalaria para agilizar servicio en Urgencias y favorecer atención médica de pacientes.
/Fotografía Cortesía
El caso de la primera muerte por esta enfermedad viral descubierta hace unos años parece alarmante, pero no lo es
Desde 2015 se identificó en una persona adulta la existencia del nuevo virus de la viruela de Alaska (AKPV por su sigla en inglés) y, hasta la fecha, la Sección de Epidemiología de Alaska ha notificado siete infecciones por este virus en el área de Fairbanks, todas las cuales han sido relativamente leves; sin embargo, recientemente ocurrió el primer caso en que una persona fue hospitalizada gravemente enferma por el AKPV, causa por la cual murió a finales de enero, y el caso ha llamada la atención de diversos medios en Estados Unidos.
Según la información reportada en el Boletín de Epidemiología del Estado de Alaska el 9 de febrero, el caso de hospitalización y muerte es motivo de precaución en la región pero no de alarma.
El caso particular
“A mediados de septiembre de 2023, un anciano de la península de Kenai con antecedentes de inmunosupresión inducida por fármacos secundaria al tratamiento del cáncer notó una pápula roja sensible en la axila derecha”, señala el Boletín.
La condición del anciano se fue agravando sin que los servicios de salud locales pudieran saber la causa, hasta que perdió la movilidad del brazo derecho, y a mediados de noviembre fue hospitalizado y después transferido a una clínica en Anchorage. En diciembre, una muestra enviada a los Centros de Prevención y Control de Enfermedades (CDC) reveló que se trataba del virus de la viruela de Alaska, pero la secuenciación de la muestra reveló que era un virus genéticamente distinto a los que se habían observado en Fairbakns.
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El anciano, a pesar de los tratamientos que se le aplicaron, murió a finales de enero de pasado presentando “retraso en la cicatrización de las heridas, desnutrición, insuficiencia renal aguda e insuficiencia respiratoria”.
Motivos para la precaución
Diversos detalles permiten saber que, aunque dramático y llamativo, el caso del anciano no es motivo de alarma. Por un lado, por las características del propio anciano, que además de tener la inmunosupresión era una persona muy solitaria, por lo que es difícil que haya contagiado a alguien y en caso de haberlo hecho, es difícil que alguien con el sistema inmune en buen estado padezca la infección de manera grave.
Por otro lado, los ortopoxvirus, que son los virus de ADN que provocan las distintas viruelas, se encuentran en diversos mamíferos y cuando infectan al ser humano suele por zoonosis, es decir, por pasar de un animal a un ser humano. Pero estas infecciones no suelen pasar a otro ser humano con facilidad.
Esto sugiere que el caso del anciano de la península de Kenai no está relacionado con los casos de Fairbanks, y que, por tanto, no se trata de un brote epidémico sino de casos zoonóticos aislados. De cualquier forma, los servicios de salud de Alaska ya están sobre aviso de que deben alertas con el AKPV.
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