A mi amigo Bienvenido le pusieron los cuernos. Estaba votando el domingo, cuando le llegó un whatsapp que lo dejó helado. “La Nena te engaña”, decía el texto que le envió Constancio, un pariente que se dedica a evaluar y procurar la felicidad de sus allegados.
“Ta cabrón gūey”, le dijo en un nuevo whatsapp, otro amigo preocupado por ser el primero en informar a Bienvenido. Le agregó un link, de YouTube, en el que un video, parecido a los de la Guerra Sucia, mostraba el ventanal de una oficina en Santa Fe donde, el enredado perfil de una pareja, sugería la infidelidad de La Nena. Un escándalo.
Y entonces, llegó la whatsappiza: “¿Ya supiste Bienvenido, que La Nena le pone con otro?”, se apresuraban a informarle una y otra vez con decenas de mensajes al afligido Bienvenido.
El engañado anuló su voto, salió de la casilla y se reunió con los whatsapperos más cercanos y confiables para saber porque lo dejó La Nena. “Pero, si apenas a las 5 hablé con ella y todo era diferente”, les dijo a sus allegados. “Desde hace rato que no te quiere”, le soltó uno. “Eres muy tranza”, se apresuró el otro. “Te chingaste lo del doctor, el seguro y las colegiaturas. El gasto no le alcanza y la asaltan cada rato. Y todavía te enojas cuando quiere hablar del ánimo en la casa”. Se atropellaban los whatsapperos. “La matas de hambre”, siguieron los demás.
“A ver Bienvenido”, le dijo el más contundente de sus amigos, “La Nena te vale madres. Se fue con otro y ya”. Bienvenido escuchó y propuso: “Debería de haber una nueva ley que prohíba la Guerra Sucia, tan feliz que era con La Nena así, callada, como estaba. Todavía puede impugnar. Pero el hecho es que se fue”.
Aún aturdido por los reclamos, Bienvenido se enchufó a las noticias.
“La Nena me salió más cara que las elecciones”, dijo, misógino absoluto, mientras leía el análisis de las elecciones del domingo. Con el resultado se sintió acompañado y hasta solidario con los candidatos perdedores.
Y cómo no. El domingo, 15 millones 637 mil personas salieron a votar. El INE se asignó 15 mil 473 millones de pesos para organizar las elecciones y 7 mil 364 millones de pesos más para las OPLES. El ex de La Nena, sacó cuentas y calculó que cada voto nos salió en mil 522 pesos con 47 centavos. Bienvenido sudó frío por el costo. Estimó lo que algunos partidos gastaron extra, del dinero de la gente, para la compra de votos. Decidió que cada voto salió más caro de lo que le paga a sus trabajadores mensualmente. Bueno, se justificó en silencio, más prestaciones. Comenzó a llover tupido, cuando Bienvenido busco más detalles del costo de la elección del domingo. Encontró que los zacatecanos votaron por primera vez en el extranjero. Una acción para favorecer el ejercicio de los derechos políticos fundamentales leyó y asintió ligeramente con la cabeza. 357 electores de Zacatecas se registraron en Estados Unidos, España, Japón. Hasta en Arabia. “Qué lejos”, pensó, ”y les dieron un presupuesto de 7 millones 375 mil pesos. Pero solo 80 personas votaron”. De nuevo sacó cuentas y encontró que cada voto de los zacatecanos en el extranjero costó 92 mil 312 pesos con 50 centavos. Justo cuando termino la millonaria cuenta, el trueno de un rayo lo estremeció. “Y yo que mataba de hambre a La Nena”.
Justo cuando decidió olvidar a La Nena, a Bienvenido le llegó un correo. “Tu pareja te engaña”, decía. “Tenemos las fotos”. Abrió el correo y le cayó un virus.
