En 30 estados hay ya algún tipo de legislación en contra de los productos plásticos, en algunos de éstos se han regulado o en su caso prohibido como en la CDMX, de Claudia Sheinbaum, con la reciente entrada en vigor de la segunda fase de la Ley de Residuos Sólidos que estipula la prohibición para comercializar, distribuir y entregar cubiertos, popotes y envases para transportar alimentos, entre otros, excepto los compostables. Una pérdida más que se avecina para el sector, pues de los 30 mil millones de dólares que vale la industria del plástico en México, el área de desechables representa un 20% lo que equivale a cerca de 7 mil 800 mdd, aunado a cerca de 50 mil fuentes de empleos que se prevén a causa de la prohibición.
Y es que, de acuerdo a expertos en la materia las autoridades no están abiertas a dialogar y mucho menos a sensibilizarse ante la pandemia de Covid-19 que nos aqueja, pues estos productos han sido básicos para evitar la propagación del virus en hospitales y restaurantes mediante el servicio para llevar, en donde el uso de desechables es vital para mantener en completa higiene lo que comemos. Ante ello la Asociación Nacional de Industriad del Plástico (ANIPAC), de Aldimir Torres Arenas, en conjunto con los Industriales de Bolsas Plásticas de México (Inboplast), de Álvaro Hernández, pidieron se aplazara la medida prohibitiva, sin embargo, no fueron tomados en cuenta ni siquiera porque hicieron ver que debido a la pandemia la industria no pudo acudir a alternativas de investigación para transitar hacia los compostables.
Lo anterior debido a que los centros de investigación, por ejemplo el CONACYT, estuvieron cerrados, y las ferias del plástico no se llevaron a cabo tampoco a nivel mundial ni nacional, en este tiempo de confinamiento no ha habido oportunidad de buscar alternativas tecnológicas en equipos y materias primas para lograr satisfacer esa necesidad de compostables. Asimismo, la cantidad de dichos materiales es insuficiente para la demanda mexicana que se estima en 3.3 millones, pues la capacidad mundial de compostables equivalente a 2 millones de toneladas y no se fabrican en el país deben importarse, lo que también acarreará costos.
En ese sentido, una resina de un producto tradicional usada para fabricar un vaso o un plato desechable cuesta 1.30 dólares, contra los compostables que cuestan alrededor de los 4.30 dólares, ese gran incremento del 350% alguien lo tiene que pagar y será el sector restaurantero, los pequeños negocios o el usuario final. Estas medidas prohibitivas impuestas quitan a la sociedad alternativas más seguras ante la pandemia de Covid-19, pues la comida no se puede mandar en vidrio, el cartón tampoco es opción porque al igual que el vidrio o el metal los productos textiles o de papel, son más contaminantes que los productos que están prohibiendo las autoridades locales.
Ante ello, el sector insiste en que antes de prohibir, se deben medir impactos, generar normas y posteriormente regular y en su caso prohibir, pero en la CDMX pasa todo lo contrario, al igual que con las bolsas de plástico que primero se prohibieron y nunca se hizo una medición de impactos además de que son las que menos contaminan en comparación a las de papel las cuales para tener el mismo mínimo impacto debe usarse 130 veces y las de tela al menos mil 700 veces.
Tabasqueña con suerte
Muchas acciones y cosas que pasan a diario en procesos de licitación de parte del gobierno federal, nos podrían hacer pensar que, el presidente Andrés Manuel López Obrador no está tan bien informado sobre las cosas que suceden a su alrededor, incluso dentro de Palacio Nacional. Le cuento esto porque después de que se cortó el suministro de limpieza que brindaba la firma Decoaro y Supervisión, denunciada por no dar prestaciones laborales, la semana pasada se dio a conocer al nuevo proveedor, también por la vía del outsourcing.
Pero el caso no se centra únicamente en las promesas sobre que el gobierno de la 4T dejaría de entregar contratos por medio del esquema de subcontratación, ya que entre las concursantes del proceso por invitación restringida IA-002000999-E1-2021 se encuentra Industria de la Construcción & Proyecto Vial, empresa de origen tabasqueño que hasta antes de 2019 no registraba contratos en Compranet, y justo fue la ganadora para limpiar las oficinas de AMLO, incluida la sala de las Mañaneras.
Sin embargo, entre las curiosidades de esta firma resalta que en ese año solo se anotó un acuerdo por poco más de 14 millones de pesos con el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica). Pero en 2020 su actividad de intensificó, ya que en el INAPESCA se quedó con un convenio por 4.2 millones de pesos y en el INAPAM con otro por 2.7 millones de pesos, además de los 5.6 millones de pesos por el aseo del Instituto Nacional de Migración (INM); pero el más oneroso de ellos fue el de la Secretaría de Gobernación, de Olga Sánchez Cordero, donde la limpia implicó un contrato por 33 millones 194 mil pesos.
Solidaridad aumenta presupuesto
El municipio de Solidaridad en Quintana Roo, que lleva Laura Beristain, logró la aprobación de un presupuesto al alza, mismo que en materia seguridad pública destinará 30 millones de pesos, siendo una de las prioridades adquirir nuevas patrullas; al tiempo de que se reforzará con equipamiento para atender labores en campo y mejorar el sistema del alumbrado público.
El presupuesto fue aprobado por mayoría, esto al celebrarse la Séptima Sesión Extraordinaria del Comité de Planeación para el Desarrollo del Municipio de Solidaridad (Coplademun), encabezado por la alcaldesa entre otros funcionarios, con lo que, se privilegiará el gasto social, la obra y servicios públicos, la seguridad y eficiencia del gasto con cero deudas.
Concanaco va tarde
La Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur) que preside José Manuel López Campos, va tarde en su plan por hacer un padrón de los afiliados interesados en adquirir directamente la vacuna del coronavirus para el personal de sus empresas. Es hasta que él presidente Andrés Manuel López Obrador, ha autorizado a los gobiernos, y empresas, adquirir las vacunas contra la Covid-19. Lo cierto es que no habían levantado la voz, todos calladitos; ahora no solo les toca lidiar con ver quién se las vende, sino ver si la Cofepris les autoriza esa operación.
Voz en Off
Si usted es de los que le creen a todo lo que se encuentra en las redes sociales, tenga cuidado con este punto. Resulta que algunas aseguradoras están excluyendo de sus coberturas complicaciones derivadas del consumo de dióxido de cloro como parte del tratamiento por Covid-19. El incremento en pacientes que han consumido esto que no es un medicamento avalado por Cofepris está a la alza, por ello antes de tomar la decisión de consumir un tratamiento para prevenir el coronavirus piénselo dos veces, y más aún si está confiando en que su seguro de gastos médicos mayores lo respaldará en una situación que más que ayudarlo lo agravará en su tratamiento médico de recuperación por Covid-19...
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