Xóchitl Gálvez abrió sus cartas y mostró su jugada. Miedo, narco, cabeza y coraje, serán palabras clave en su estrategia. Sus primeras arengas llevaron dedicatoria para descalificar a su adversaria y provocar al gobierno de la 4T, y así pinta para continuar.
El arranque es importante y lo quiso hacer con actos simbólicos. Comenzó a las 00:00 horas del pasado viernes en el municipio con mayor percepción de inseguridad, Fresnillo, en Zacatecas. Allí su mensaje fue no mostrar miedo, romper la inercia de los “abrazos, no balazos” y de cercanía con las víctimas que caminaron de madrugada con ella. En ese municipio, en donde ganó Morena con más de 10 puntos en 2018, el grito que más se escuchó fue: “¡Fresnillo quiere paz!”.
Más tarde añadió otro símbolo, ahora dirigido al voto duro morenista. Para que le crean, firmó con su sangre que no desaparecerá los programas: “Morena se va, pero los programas no”.
Así, la candidata del PRI-PAN-PRD decidió que debía aprovechar desde el primer minuto del 1 de marzo, pues sólo tendrá dos mil 160 minutos en estos 90 días de campaña, para remontar los 17 puntos que le lleva Claudia Sheinbaum, según la encuesta de El Financiero, o los menos de 10 puntos a decir de los integrantes de su equipo de campaña. Y se fue con todo, hasta apostar por elementos de una estrategia en la que hay quien ha visto alientos de las de Bukele.
Por el contraste
Ataviada con una blusa con bordados tradicionales y un abrigo de colores claros, recorrió cerca de un kilómetro hasta la plaza principal, en donde su discurso —después de un minuto de silencio en honor a los más de 170 mil muertos durante el actual sexenio—, se centró en señalar el problema de inseguridad, en Zacatecas y en todo el territorio mexicano.
“Detrás de esta cifra terrible hay hijos que se quedaron huérfanos. Madres que no encuentran a sus hijas. Padres que salieron a trabajar y nunca volvieron a su casa”, fueron sus palabras, antes de referirse a su rival, la morenista Claudia Sheinbaum. “¿Qué nos dice la señora Claudia Sheinbaum? Nos dice que ‘México está mejor que nunca’. Ese es el problema, este gobierno ha normalizado la violencia y quiere que nos acostumbremos a la barbarie”, acusó.
Acompañada de su coordinador de campaña, Santiago Creel, y de la senadora Kenia López Rabadán, Gálvez detalló sus cinco principales propuestas, de llegar a la presidencia: dejar de permitir que el Ejército realice tareas civiles y administrativas, reorganizar la Guardia Nacional con un mando civil y tareas de investigación y eliminación de la delincuencia, así como duplicar de 150 mil a 300 mil sus integrantes, fortalecimiento de los gobiernos estatales con recursos y tecnología para enfrentar a los criminales, mayores apoyos a los policías municipales y, finalmente, mejores condiciones para todos los cuerpos policiacos en el país, incluyendo mejores salarios, seguro de vida, atención médica, becas para sus hijos y crédito a la vivienda.
Luego incluyó dos acciones adicionales: la construcción de una prisión de alta seguridad —que le ha valido diversas críticas de opositores y defensores de derechos humanos— y la creación de una nueva etapa en la cooperación con Estados Unidos con el fin de impedir el paso de armas y el tráfico de precursores químicos para el narcotráfico.
La abanderada de oposición aprovechó para arremeter, de nuevo, contra Sheinbaum, a quien acusó de indiferencia y frialdad. Eventos como la caída de la Línea 12 del Metro y la muerte de 19 niños por el colapso del colegio Rébsamen durante el sismo de 2017 fueron recordados para probar su punto, el cual fue aplaudido por los cientos de asistentes al mitin que lo mismo portaban velas por la paz que carteles de apoyo.
Pero la candidata apenas estaba calentando motores. Pocas horas después, en Irapuato —considerado un bastión panista—, encabezó el inicio de campaña de Libia García, aspirante de la alianza PAN-PRI-PRD a la gubernatura de Guanajuato.
Fue en el estadio Sergio León Chávez, a la misma hora en que su rival morenista se encontraba iniciando su campaña en el Zócalo. En un breve mensaje — tras el de Miguel Márquez, candidato al Senado de la República por el PAN; y de la propia García—, refrendó su compromiso por la seguridad. “No le voy a echar la culpa a Calderón, y mucho menos le voy a echar la culpa a López Obrador. No habrá mayor prioridad que la seguridad pública”, expresó.
Dos compromisos marcaron su presencia en el mitin: recursos a las madres buscadoras para encontrar a sus desaparecidos y la firma ante un notario para garantizar que no desaparecerá los programas sociales. “Estampo mi sangre, que es lo más valioso que tengo”, dijo, al tiempo que se pinchó un dedo para dejar caer una gota de su líquido hemático con su huella.
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