¿Y ahora qué?

27 de Abril de 2024

David Colmenares

¿Y ahora qué?

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EJECENTRAL

Una cosa es la protesta social, las demandas legítimas de los trabajadores y otra los intentos de desestabilización, como los que se han dado en Oaxaca y otras entidades federativas. El pretexto, el intento por dar marcha atrás a la reforma educativa, que atenta contra los intereses de las cúpulas sindicales que tanto daño han hecho a la educación del País y tanto han afectado a generaciones amplias de niños y jóvenes mexicanos, particularmente de Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán. Decía que la oportunidad de la reforma educativa, es la creación del INEE, la centralización de las nóminas y su depuración, el fin del pago de comisionados con recursos públicos estatales y federales y el de los abusos y negocios de los líderes, así como la venta de plazas o la herencia de las mismas, avances, por lo pronto, concretos que se deben ver en el corto plazo, gracias la reforma educativa.

Es claro que las autoridades federales actuales y las estatales también, no son responsables de lo que recibieron, pero si tienen el turno al bat, para tratar de resolverlos.

La sociedad oaxaqueña está profundamente lastimada, el turismo su principal actividad económica ha perdido competitividad, cada vez son menos los congresos que se realizan en la capital oaxaqueña y la repetición de bloqueos a centros comerciales, bancos, vialidades urbanas, han sido un verdadero dolor de cabeza para sus habitantes.

El costo de capitalidad que sufre la capital oaxaqueña es demasiado alto, y es posible afirmar que la mayor parte de los ciudadanos reprueban lo que sucede.

Un botón, el viernes viaje de Puebla a Oaxaca, pero estuve más de tres horas parado en una fila de casi cinco kilómetros para pasar una caseta en la Mixteca, hasta que llegó la policía federal y pudimos pasar, antes durante la tarde bloquearon la entrada a la terminal de autobuses, causando daño a ciudadanos y visitantes. En la noche casi no había taxis, después de una semana sin gasolina, ya con un mercado negro que es otro delito peligroso. Al otro día llegaron miles de policías federales, el ejército y la marina, y contrario a lo que sucedería en otros tiempos la gente de Oaxaca les aplaudía,

Hoy antes de mandar tarde esta nota, en la mañana pasaron varios camiones del ejército y sobrevuelan la Ciudad helicópteros vigilando el proceso, eso es sano. Sin embargo en algunas partes del Estado se han dado intentos de violación del proceso electoral, hasta ahorita la ciudadanía responde y hay filas en las casillas. Veo en los avances noticiosos problemas en Guerrero y las marchas costumbristas en Oaxaca.

La democracia es muy valiosa, los avances que hemos logrado son valiosos, así como las instituciones creadas para ello, a pesar de fallas que son normales cuando se construye. Es muy fácil atacarlas, pero ha costado mucho más construirlas. Esto no lo pueden pretender lastimar una minoría de la población y más cuando sus pretensiones no son legítimas. Es una tristeza que en el estado donde creció Benito Juárez, se den muchas generaciones con las mas bajas calificaciones profesionales, que os oaxaqueños que brillan en todos los espacios, hayan estudiado fuera del Estado.

Pero esto va más allá de la educación, es algo en lo cual ya se han rebasado los límites de la tolerancia, con razón hay quien dice que “pobre Oaxaca, tan lejos de la Ley y tan cerca de la XXII”. No son los maestros por supuesto, la mayoría se sienten apenados y forzados a acudir a los plantones y las marchas.

¿Que viene después?, avanzar en la reforma educativa, sigo pensando que se debe centralizar todo el proceso, como lo ha llegado a mencionar el Secretario de Educación Pública, tal y como sucede en el DF, que relativamente se encuentra al margen de los conflictos generados por las secciones disidentes del SNTE, aunque tenga muchos vicios también.

Los gobernadores no lo reconocen, pero no lo verían mal en el fondo. Los ciudadanos menos.

brunodavidpau@yahoo.com.mx