Freedom House: La libertad en el mundo 2019

24 de Abril de 2024

Simón Vargas
Simón Vargas

Freedom House: La libertad en el mundo 2019

“La libertad es el fundamento de la paz mundial” Juan Pablo II

El fin de la Guerra Fría trajo consigo una ola de democratización, la caída del Muro de Berlín en 1989, así como el colapso de la Unión Soviética en 1991, fueron dos hitos en la historia moderna que permitieron la restauración y consolidación de las instituciones democráticas en regiones como Europa del Este, América, África Subsahariana y Asia. Y es que, de acuerdo con Freedom House, una Organización No Gubernamental que tiene como objetivo principal investigar y fomentar la libertad política, los derechos humanos y los valores democráticos, entre 1988 y 2005, el porcentaje de países clasificados como “No Libres” bajó alrededor de 14 puntos, de 37 a 23 por ciento; mientras que la proporción de naciones “libres” aumentó de 36 a 46 por ciento. Hasta hace 14 años, el mundo parecía ser más libre, seguro y estable, no obstante, los regímenes democráticos comenzaron a sufrir un revés. De hecho, Freedom House a través de su Informe Libertad en el mundo 2019 indica que entre 2005 y 2018, las naciones clasificadas como “no libres” se incrementaron en un 26 por ciento; en contraste los países libres, sufrieron una caída del 44%, lo anterior derivado de la crisis de confianza que se ha vivido a nivel global, resaltando que millones de ciudadanos se cuestionaron si en alguna ocasión la democracia y sus valores han servido a su bienestar. Aunado a esto, el informe señala que 2018 fue el treceavo año consecutivo en el que el mundo registró un debilitamiento de las normas democráticas y de las libertades, particularmente las relacionadas con procesos electorales, libertad de expresión y derechos de migrantes. Lo que generó molestia en los ciudadanos, provocando que el mundo diera un viraje del centro hacia un espectro de extrema derecha o extrema izquierda, fenómeno que creó oportunidades para nuevos actores políticos que fueron capaces de combatir a las élites tradicionales, beneficiándose de la erosión provocada por la crisis de confianza y credibilidad de las sociedades. Ejemplo de lo anterior es que, durante 2018, un total de 68 países experimentaron agravios en materia de derechos políticos y libertades civiles. Al respecto, el presidente de Freedom House, Michael J. Abramowitz explicó que este año “fuimos testigos de la manera en la que las instituciones democráticas fueron sucumbiendo progresivamente a la presión sostenida en lugares como Hungría, Turquía, Polonia o Venezuela”. Asimismo, Abramowitz destacó que aunque Estados Unidos sigue siendo un país libre, éste sufrió un debilitamiento en su modelo democrático, ubicándose lejos de países modelo como Finlandia, Noruega, Alemania o incluso de territorios latinoamericanos como Uruguay y Costa Rica, ya que con la llegada de Donald Trump se socavaron mecanismos e instituciones como el estado de derecho y la confianza en las elecciones libres y justas. Por ello, debemos estar atentos y ser conscientes de que “la retórica antidemocrática y el rechazo de las limitaciones democráticas al poder siempre serán los primeros pasos hacia las verdaderas restricciones de la libertad”. Respecto a México, Freedom House lo identifica como un país “parcialmente libre”, clasificación en la que se encuentra ubicado desde hace nueve años. Es importante destacar que, en 2001, la ONG había mejorado la calificación de nuestro país, situándolo como una de las naciones “libres” del mundo, lo anterior derivado de la alternancia política que experimentó el país en el año 2000. Sin embargo, para 2011, México volvió a ser un país “parcialmente libre”, lo anterior sobre todo por el contexto de violencia que se ha vivido a raíz de la implementación de la estrategia del combate al narcotráfico que ha incidido en el ejercicio pleno de los derechos humanos de los mexicanos. Hoy, a nivel mundial, el ejercicio de la libertad, y por ende los pilares de la democracia, se enfrentan a una gran crisis en donde el auge de la violencia, los nacionalismos, la extrema derecha e izquierda, el posicionamiento de partidos con raíces Neo-Nazis en lugares como Alemania o la prevalencia de un discurso de odio contra los migrantes y refugiados deben encender las alarmas de los organismos multilaterales, ya que frente a este orden mundial de extremos y de intolerancia, corremos el riesgo de que se desestabilicen regiones y se trastoque la paz a nivel mundial, no olvidemos que todos somos corresponsables de la reconstrucción y mantenimiento de la democracia, un sistema político que abre posibilidades y oportunidades para toda persona que se dice, se asume y es libre. *Analista en temas de Seguridad, Justicia, Política y Educación. *Si deseas recibir mis columnas en tu correo electrónico, te puedes suscribir a mi lista en el siguiente vínculo: https://eepurl.com/Ufj3n