Datos curiosos del Día de Muertos

19 de Abril de 2024

Rebeca Pal

Datos curiosos del Día de Muertos

Razones por las cuales Día de Muertos, es uno de mis días favoritos.

  1. El culto a la muerte en la cultura mesoamericana:

Existen registros rituales y celebraciones de pueblos prehispánicos (mexica, maya y purépecha), de hace más de tres mil años. Los pueblos prehispánicos conservaban los cráneos como trofeos, y los mostraban en los rituales como símbolo de la muerte y del renacimiento.

  1. Aztecas:

El culto a la muerte era una celebración de vida para los aztecas. Para ellos, a diferencia del catolicismo, el lugar a donde iban los muertos dependía de cómo habían muerto: Tlalocan para los ahogados (paraíso del dios de la lluvia), Omeyacan para los que morían en combate o mujeres dando a luz (paraíso del sol), Chichihuacuauhco para los niños (árbol de leche para los niños muertos) y Mictlán para los que morían de forma natural (noveno piso del inframundo).

  1. Mexicas:

Los mexicas poseían un avanzado conocimiento de la astronomía y, por ello, el calendario azteca era primordial para la celebración de rituales, festividades y para la agricultura. Conmemoraban el noveno mes, llamado Tlaxochimaco (nacimiento de las flores), del calendario solar mexica. El festejo comenzaba a principios de agosto y se extendía hasta octubre, presidido por Mictecacihuatl, “Señora de la Muerte” en náhuatl, diosa de los muertos. Lo dedicaban a varios dioses, principalmente a Huitzilopochtli. Las familias cocinaban en recuerdo de los muertos y colocaban la comida sobre las tumbas.

  1. Mictecacihuatl, nuestra Catrina:

En la mitología azteca, ella era la reina de Mictlán, noveno y último nivel del inframundo. Mictecacihuatl, con el tiempo, fue asociada con la figura tan popular y tradicional que conocemos de la Catrina, creada por el grabador José Guadalupe Posada e inmortalizada por el pintor Diego Rivera. Pintó una calavera vestida en su mural “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”, como una crítica a la aristocracia mexicana

  1. Los españoles:

Después de la conquista, el festejo se celebró el 1 y 2 de noviembre. Los españoles introdujeron la festividad católica “Día de Todos los Santos”, ofreciendo oraciones, donativos y misas para los difuntos. Con el tiempo se fue mezclando con la nuestra, y el resultado de esta fusión es el Día de Muertos que hoy conocemos.

  1. Las ánimas:

Los difuntos tienen autorización del más allá para visitar a sus parientes vivos, quienes los reciben con una ofrenda. Llegan cada doce horas: El 28 de octubre los que murieron de forma violenta, el 29 los ahogados, el 30 los olvidados o los que no tienen familia que los recuerden, el 31 los que están en el limbo y los niños no nacidos, el 1 de noviembre los niños nacidos y el 2 de noviembre los adultos.

  1. El altar:

Cada altar representa los cuatro elementos. El Agua es representada en una vasija de barro, la Tierra con frutos de la misma, el Fuego con las velas y el Viento con el papel picado. Los diferentes niveles que lo conforman representan el mundo material e inmaterial. Hay altares con dos niveles que representan el cielo y la tierra; con tres niveles que representan el cielo, la tierra y el inframundo; y con siete niveles que representan las fases que tiene que atravesar el alma para poder tener paz espiritual y descanso. Los de tres niveles también simbolizan al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. La cruz que se dibuja en el suelo con tierra, es un recordatorio para los fieles: “polvo eres y en polvo te convertirás”. Las flores de Cempasúchil se colocan en el altar, dibujando un camino. Simbolizan la luz del sol que alumbra el trayecto de vuelta a la Tierra.

La UNESCO catalogó el Día de Muertos como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, y Disney lo llevó a la gran pantalla con Coco. Qué orgullo tener una tradición así. Cuidemos de este gran tesoro.