Pobreza y desigualdad

25 de Abril de 2024

David Colmenares

Pobreza y desigualdad

A mi Pau…
Hacia 1993 en el Congreso Nacional de Economistas de ese año, escribí un texto sobre la estructura nacional de la desigualdad, teniendo frescos los resultados del trabajo de COPLAMAR, que era la Coordinación General del Plan Nacional de Zonas Deprimidas y Marginadas, que realizó un estudio sobre la insatisfacción de las necesidades esenciales en México, agrupado en siete volúmenes, que se publicaron en 1982: alimentación, educación, vivienda, salud, geografía de la marginalidad y macroeconomía de las necesidades esenciales en México. El séptimo fue Necesidades esenciales y Estructura Productiva en México. Para profundizar en el tema sugiero leer los diversos trabajos realizados por Julio Boltvinik, quien inclusive llegó a analizar con detalle las fallas del Ramo 33, particularmente del FAIS, programa de aportaciones para la infraestructura social municipal. Lo anterior porque en el combate contra la corrupción uno de los obstáculos a vencer son las cifras de la pobreza y la marginalidad. Somos un país de extremos, por ejemplo, de los 2445 municipios del País, la mayoría se encuentran en umbrales de alta y muy alta marginalidad, mayoritariamente concentrados en el sur sureste, por ejemplo, de los 570 municipios de Oaxaca, 500 son rurales y solamente 10 urbanos. Por otro lado Aguascalientes, las Baja Californias y Campeche no tienen municipios rurales y Chiapas de los 118, solo cuenta con cuatro urbanos. De acuerdo a cifras de CONEVAL, el promedio de la pobreza y la pobreza extrema en entidades federativas, es de dos quintas partes, sin embargo comparando dos estados, con la misma población, alrededor de cinco millones de habitantes, en Nuevo León es de 14 por ciento y en Chiapas, de 77 por ciento; es más según la misma CONEVAL de 2014 a 2016, la pobreza se reduce en Nuevo León un 28 por ciento, esto es que 285 mil personas superaron la pobreza, mientras que en Chiapas, la misma aumentó en 153 mil personas. Adicionalmente revisando la distribución de los recursos federalizados, las transferencias no condicionadas, esto es las participaciones que son recursos propios y las transferencias condicionadas, como los recursos de salud, educación, combate a la pobre y seguridad, pe, en 2018 está programado que reciba más recursos por esta vía Chiapas que Nuevo León. Como las participaciones se distribuyen por población domiciliada, reciben más o menos lo mismo, sin embargo en las transferencias condicionadas, recibe más Chiapas que Nuevo León, la diferencia está en el gasto federalizado, sin embargo no ha sido suficiente para remontar la pobreza extrema en ese estado del sureste, por un lado porque no se ha revisado con claridad el destino de los recursos condicionados y por el otro por el elevado grado de abuso local en el ejercicio del gasto público, tanto estatal, como federal. Lo mismo pasaría si comparamos Oaxaca con Jalisco, etcétera. Por otro lado seguimos viendo la concentración por ejemplo en el caso de la deuda pública, concentrada la mitad de la deuda subnacional en cinco estados, con todos los vicios que se generan en aquellos que han abusado de este mecanismo de financiamiento alternativo o complementario, como han sido casos evidentes de Coahuila, Chihuahua, Veracruz, Quintana Roo y otros, que se han endeudado más para para hacer negocios, que infraestructura o desarrollo económico.

La vida tiene contrastes, a lo largo de la historia, lo vemos en la literatura y en la realidad. No es posible que entre los mexicanos, solo por el hecho de nacer en uno u otro estado, algunos mexicanos, sean de primera o de segunda. La injusticia y la desigualdad han llegado a extremos inaceptables en un país como el nuestro. Combatir la pobreza y la corrupción, son dos vías para superar la desigualdad y tener un mejor país.

brunodavidpau@yahoo.com.mx