Ajedrez Electoral 2018 (V)

30 de Abril de 2024

Salvador Guerrero Chiprés

Ajedrez Electoral 2018 (V)

SALVADOR GUERRERO

No hay peor ciego que el que no quiere ver.

En primer lugar, debe decirse que las encuestas de opinión sin duda contribuyen a construir escenarios creíbles respecto del comportamiento del electorado, aunque no siempre sean del todo metodológicamente robustas o se hallen exentas de “cuchareo”.

En segundo, es un hecho que existe en sistemas de competitividad electoral la probabilidad de que los actores políticos, en lo individual, sean más relevantes que sus partidos de la misma manera en que la marca de partido, el logo y sus múltiples evocaciones en el electorado, pueda determinar la mínima diferencia sobre la que se base la victoria.

En tercer lugar, las maneras de construir “analíticamente” el mundo dentro de los grupos alrededor de los candidatos, está poderosamente influidas por el grado de subordinación respecto del jefe, por la información y las capacidades y habilidades de procesarla y comunicarla, por la posición afectiva, por el salario, por las promesas de promoción implícitas o explicitas, por la filtración e infiltración de los grupos de poder dentro y fuera del gobierno o los grupos correspondientes.

En cuarto, es un hecho cultural reciente en México que los prejuicios que las elites atribuyen al conjunto de la sociedad respecto de su comportamiento electoral, pueden tener o NO fundamento en la realidad empírica, por ejemplo, que Margarita Zavala podría tener como negativos ser esposa de Felipe Calderón o, más recientemente, ante el debilitamiento del gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, como aspirante presidencial, ser mujer en un país predominantemente machista es, dicen ahora, una desventaja.

La realidad del comportamiento de la opinión publicada y pública podría modificarse al respecto, sin enorme dificultad en los próximos meses.

Estos cuatro puntos los indico solamente como una manera de invitar a hacer más completos nuestros puntos de vista así como, paradójicamente, más sencillas nuestras aproximaciones para comprender el fenómeno electoral ya desatado desde el año pasado y que adquirirá gran velocidad a partir del 5 de junio próximo cuando será evidente que, pronostico sin ningún rubor, Morena ocupará el primer lugar de las preferencias en la Ciudad de México y el PRD el segundo con un visible deterioro en el ámbito nacional si no reacciona estratégicamente.

Si asumimos como creíbles los resultados de la encuesta presentada por Reforma, y otros medios antes, advertimos consolidación de la tercia de posiciones que distinguirán la elección del 2018 salvo caso extraordinario en que alguien como Graco Ramírez construya una candidatura del PRD (¿?) más creíble -al menos en asumirse como de izquierda perredista- que la de Miguel Ángel Mancera quien continua su caída y sigue en requerimiento y en pena por mejores estrategias de comunicación.

Por supuesto, pese a su alto nivel de negativos, Andrés Manuel López Obrador y, por su cuenta, Margarita Zavala contra la resistencia del grupo en control del partido, continúan sólidos y, conclusión derivada y solamente una de ellas del mismo estudio referido hay que adelantar: en una situación de colisión compleja con candidaturas fuertes…tanto el candidato de Morena como la candidata altamente probable del PAN o de un segmento independiente, podrían dejar una oportunidad al candidato del PRI y actual, solamente actual -entre los aludidos al llamado del presidente Enrique Peña Nieto a respetar la unipersonalidad de las decisiones del ejecutivo de la semana antepasada-, secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

Atentos.

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