Seguramente no sabe Alberto Capella que su estrella en el gobierno federal se apagó hace tiempo, y no ahora que dejó el cargo como titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Quintana Roo tras la represión de la Policía Municipal de Cancún en contra de una marcha que protestaba por el feminicidio de una joven de 20 años.
Pero dicen los que saben que Estados Unidos tiene el dedo puesto en don Alberto, contra quien existe una investigación por presuntos nexos con el crimen organizado, de la cual en Palacio Nacional ya están enterados.