Justicia restaurativa y terapéutica

14 de Julio de 2025

Francisco Emiliano Estrada Salas
Francisco Emiliano Estrada Salas
Psicólogo Mediador y conciliador Público, familiar, civil, mercantil comunitario y penal del Poder Judicial de Coahuila

Justicia restaurativa y terapéutica

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En un mundo que ha hecho del castigo su lengua madre, la Justicia Terapéutica susurra una pregunta esencial: ¿cómo sanar lo que se rompió sin romper más? No es ingenuidad, es esperanza organizada. Surge cuando la ley se sienta al lado del dolor y lo escucha sin juicio; y eso, en tiempos de polarización y violencia, es urgente.

He caminado pasillos judiciales donde el eco del sufrimiento parecía eterno. Pero también he visto cómo, en medio de ese eco, una palabra justa y un silencio digno sanaban más que cualquier sentencia. La Justicia Terapéutica no es sólo un marco legal; es una forma de ver al ser humano como más que su daño. He acompañado procesos donde la persona que agredió pudo asumir su responsabilidad no por miedo, sino por comprensión profunda. Donde la víctima no pidió castigo, sino ser vista y reconocida. Allí, el derecho se volvió medicina.

Acompañé una vez el caso de Alma, una mujer de 65 años que denunció a su hijo por violencia patrimonial. No fue una decisión sencilla. Lo amaba, pero no podía seguir soportando que él usara su pensión, su casa y su tiempo como si ella no existiera. El proceso judicial tradicional le ofrecía una orden de restricción… pero ella no quería alejarlo, sino despertarlo.

Fue en un modelo de justicia restaurativa y terapéutica donde ocurrió lo improbable. En un espacio protegido, sin la presencia amenazante de abogados adversariales, ella le dijo: “No te denuncio porque te odio, sino porque aún creo que puedes volver a verte como el hijo que fuiste.”

Él rompió en llanto. No se justificó. Escuchó. Se comprometió a terapia, restituyó parte de los bienes y, con el tiempo, comenzó a escribirle cartas semanales en las que le hablaba de sus avances, de sus heridas y de su gratitud.

No fue un cuento de hadas. Fue una reconstrucción con escombros, donde ambos salieron distintos… pero más vivos.

La justicia no puede ser sólo trámite ni castigo: debe ser también conciencia. Cuando se ofrece un espacio donde el ser humano puede ser escuchado más allá de su rol (víctima o infractor), brotan verdades que no caben en un acta judicial. Sanar no es borrar lo que pasó, sino integrar lo vivido con dignidad.

A quienes facilitamos, mediamos o juzgamos: no olvidemos que detrás de cada expediente hay un cuerpo que tiembla y un alma que quiere volver a confiar. Abramos espacio para la pregunta, la escucha y el encuentro. Tal vez la verdadera justicia no esté en cerrar casos, sino en abrir caminos.

Si este mensaje resonó contigo, te invitamos a profundizar en este paradigma transformador. Próximamente abriremos el curso “Procesos de Justicia Restaurativa y Terapéutica”, una formación única que entrelaza lo legal, lo humano y lo emocional. Está dirigido a personas comprometidas con la construcción de paz desde una mirada ética, empática y restauradora. Ideal para facilitadores, psicólogos, jueces, abogados, trabajadores sociales y todo aquel que anhele sanar estructuras desde la raíz.

Para más información, escribe a: pudhsec_academica@unam.mx.