Como se anticipó en el mercado, el Banco de México aumentó la tasa de interés en una magnitud de 75 puntos base, aunque no fue por unanimidad sino por mayoría, ya que Victoria Rodríguez Ceja, Galia Borja Gómez, Irene Espinosa Cantellano y Jonathan Heath votaron por esa subida, mientras que el disidente, Gerardo Esquivel Hernández, se inclinó por un aumento de sólo medio punto porcentual.
El miércoles, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reveló que la inflación estaba perdiendo velocidad, no obstante, fue de 8.41% anual para octubre, por lo que fue el cuarto mes de manera consecutiva que se encuentra por arriba de 8%, un nivel a más del doble del 3% (-+1%) que el Banco de México tiene como objetivo para considerarse en un rango sano para el desempeño económico el alza de precios.
Mientras en México la inflación de octubre fue de 8.41 para Estados Unidos fue de 7.7%, ya que el presidente Andrés Manuel López Obrador había estado comparando la ruta inflacionaria de ambos países presumiendo que sus medidas antinflación eran contundentes, pero este el tercer mes en que los precios pierden velocidad más rápido con el socio comercial que en nuestro país.
La inflación que atacó al mundo por las disrupciones en las cadenas de suministro está quedando atrás y para México se aviva una demanda, es decir que faltan mercancías para cubrir la necesidad interna. En un informe ante el Congreso, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, señaló que la inflación de México era de demanda.
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El Deutsche Bank, en un reporte financiero, indicó también que la inflación de México era de demanda, que los choques de oferta habían quedado atrás; ambas tesis se pueden clarificar en la formación de precios de la inflación subyacente que no ha perdido ímpetu y es donde se concentra la demanda creciente y la presión en los precios.
Aunque el Banco de México estima una tasa menor en la inflación general para el cuarto trimestre de una de 8.6% a una de 8.3%, la subyacente la ha estimado en sentido inverso, es decir, espera que sea de 8.3%, mientras que anteriormente era de 8.2% ese pronóstico.
Pese a que el incremento en la tasa de interés es una manera de contener la inflación e inhibir el consumo, también es un atractivo para las inversiones externas e internas, y esto ayudó a que el tipo de cambio se apreciara a un nivel no visto desde el 26 de febrero de 2020, lo que significa que se ha revaluado a un punto prepandémico. El dólar durante esta jornada se llegó a vender hasta en 19.3341 pesos en el mercado internacional.
Al final, la moneda mexicana se quedó con una apreciación de 1.16% y un tipo de cambio en 19.3495 unidades. En la ventanilla bancaria se negoció en 18.75 a la compra y 19.86 a la venta, según Citibanamex.
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¡Al fin! Inflación sorprende para bien; baja a 8.41% en octubre