Observadores políticos avizoran un proceso de balcanización del PRD, pues una vez que se confirme su pérdida de registro a nivel nacional, lo que quedó en pie se fragmentará en 13 partidos locales, con independencia entre sí y sin una conducción central. Esto generará fricciones, pues quienes encabezan el CEN —que se extinguirá junto con el registro— buscarán la forma de seguir incidiendo en la vida de los 13 partidos estatales, lo que puede llevar a litigios. El primer ejemplo es la Ciudad de México, en donde ya hay un pleito abierto entre Jesús Zambrano y la dirigente local, Nora Arias, por el manejo de los recursos públicos. Y los perredistas de Tabasco ya alistan ajustes en el nombre y en los Estatutos. Así las cosas.