Contradicen idea del ecocidio en Rapa Nui

25 de Agosto de 2025

Contradicen idea del ecocidio en Rapa Nui

Una hipótesis alternativa sugiere que no hubo un colapso por sobreexplotación de recursos para hacer las grandes esculturas

Jardines rocosos de Rapa Nui

Estas construcciones de piedra pudieron ser las más importantes de la también llamada Isla de Pascua.

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Robert DiNapoli, coautor del nuevo estudio, ante un jardín rocoso. Foto: Carl Lipo

Aunque menos vistosas, estas construcciones de piedra pudieron ser las más importantes de la también llamada Isla de Pascua.
Robert DiNapoli, coautor del nuevo estudio, ante un jardín rocoso. Foto: Carl Lipo

La hipótesis que se suele manejar sobre el supuesto ecocidio que se cometió en la isla de Rapa Nui es prácticamente una útil fábula sobre cómo no utilizar los recursos naturales; sin embargo, un estudio reciente ofrece una hipótesis contraría a esa historia.

El lugar, también conocido como Isla de Pascua, es famoso por las grandes esculturas de piedra o “moai”, que habrían sido la causa indirecta de su destrucción, pues para su construcción y desplazamiento, la población local, se cree, habría talado todos los árboles, matado a las aves marinas y agotado los suelos.

La ruina del medio ambiente habría causado el colapso de esa civilización, de manera que sólo quedaban unos pocos miles de personas cuando los europeos encontraron la isla en 1722 (ellos la llamaron Isla de Pascua).

La nueva hipótesis

Sin embargo, un nuevo estudio, publicado esta semana en la revista Science Advances, propone una hipótesis diferente: los colonos, que llegaron unos mil años antes desde la Polinesia, nunca fueron muy numerosos, sino que mantuvieron una población pequeña y estable durante siglos.

Esta hipótesis se basa en la existencia de sofisticados e ingeniosos “jardines rocosos”, donde los isleños cultivaban una variedad de camotes altamente nutritivos, un alimento que sigue siendo básico de su dieta. El área ocupaban estos jardines sólo era suficiente para sustentar a unos pocos miles de personas, dice el equipo de investigación.

“La lección es lo opuesto a la teoría del colapso. Las personas pudieron ser muy resilientes frente a recursos limitados modificando el entorno de una manera que les ayudó”. Dylan Davis, investigador postdoctoral en arqueología en la Universidad Columbia y autor principal del estudio, en un comunicado.

Jardinería en roca

La técnica de jardinería de rocas o acolchado lítico, como se usó en Rapa Nui y que todavía existe en algunos hogares, consiste en esparcir rocas (de tamaño entre una pelota de golf y cantos rodados) sobre superficies bajas que estén al menos parcialmente protegidas de la brisa salina del mar, y plantar los camotes en los intersticios entre las rocas.

Se ha demostrado que las rocas crean flujos de aire turbulentos, lo que reduce las temperaturas superficiales más altas durante el día y aumenta las más bajas durante la noche. Los pedazos de roca más pequeños, que están partidos a mano, exponen superficies frescas cargadas de nutrientes minerales que se liberan en el suelo a medida que se van desgastando.

Considerando nuevas estimaciones del área en que se cultivaban los camotes, el equipo de investigación encontró que la capacidad de producción de la isla, sumada a que parte importante de la dieta provenía de fuentes marinas y una pequeña porción de otros cultivos menos nutritivos, era suficiente para mantener unas tres mil personas.

Esta es la cantidad aproximada de personas que encontraron los europeos en 1722. Cabe mencionar que estimaciones anteriores consideraban que el área de cultivo de camote era mucho mayor y alcanzaba para mantener a más de 17 mil personas; pero parece que algunas de las zonas eran formaciones rocosas naturales y no áreas de cultivo.

Por cierto, durante la pandemia de Covid-19, con los cierres, crecieron los cultivos de camote en jardines rocosos, aunque estos nunca se han abandonado del todo.

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ML