CNDH insta a investigar tortura en el caso Iguala

2 de Mayo de 2025

CNDH insta a investigar tortura en el caso Iguala

El organismo resolvió que la muerte de Julio César Mondragón fue por traumatismo cráneo encefálico y no por disparo

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Jonathan Nácar |@jonathanjnd

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) pidió que las personas que actualmente están procesadas por homicidio y secuestro en la investigación del caso Iguala, sean también investigadas por el delito de tortura, en referencia al caso de Julio César Mondragón Fontes, estudiante normalista que fue torturado y asesinado en los hechos ocurridos el 26 y 27 septiembre de 2014.

En conferencia de prensa, José Trinidad Larrieta Carrasco, encargado de la oficina especial de la Comisión para el caso, reveló las contradicciones y omisiones en las que cayeron los estudios periciales hechos por la Procuraduría General de la República, la Procuraduría General de Guerrero (hoy Fiscalía General), del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), así como del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes respecto a la causa de muerte de Julio César.

De acuerdo con los dictámenes periciales hechos por la CNDH la causa de muerte del joven fue por traumatismo cráneo encefálico derivado de los múltiples golpes que recibió en todo su cuerpo, principalmente en su rostro, y no se debió a un disparo de arma de fuego en cabeza como se habían considerado en otros dictámenes.

Larrieta Carrasco detalló que el equipo de peritos forenses de la oficina especial del organismo logró determinar que Mondragón Fontes sufrió 64 fracturas en 40 huesos de cráneo, cara, tórax y columna vertebral; y que la ausencia de piel en rostro y cuello de la víctima se debió a que fueron devorados por la fauna (perros y roedores) del lugar.

Con lo cual quedó descartado que Julio César haya sido asesinado por un disparo y posteriormente desollado. No obstante, el dictamen asentó que el estudiante normalista fue víctima de tortura, “golpeado con saña y crueldad” por más de un agresor, en donde se hizo el señalamiento a integrantes de Guerrero Unidos, así como de policías y otros servidores públicos del municipio de Iguala.

De igual forma, se comprobó por primera vez que el joven normalista realizó maniobras de defensa, y forcejeó contra sus agresores, y que el camino de terracería conocido como Camino del Andariego en el que fue hallado el cadáver fue el lugar de final de su muerte, la cual según el dictamen habría ocurrido entre las 0:045 y 2:45 horas del 27 de septiembre de 2014.

Derivado de este nuevo informe, José Trinidad instó a una serie de recomendaciones y observaciones, y en las dirigidas a la PGR resaltó el que la dependencia haga una “una investigación exhaustiva y profunda” sobre al menos 11 miembros de Guerreros Unidos y de la Policía de Iguala que estuvieron ligados directamente a la tortura y asesinato de Julio César.

Entre los sospechosos, la CNDH destacó la participación de Víctor Hugo Benítez Palacios alias El Tilo, detenido el pasado 30 de junio, cuya intervención en el ataque y desaparición de los normalistas es considerada “trascendental” en el caso, pues a decir de Larrieta Carrasco, dicho jefe criminal es “una persona que pudiera dar luz y precisar las razones que tuvieron (los criminales y policías) para desatar ese brutal ataque contra los estudiantes normalistas”.

En total, la CNDH formuló ocho nuevas observaciones y propuestas a diversas autoridades emitidas, cuatro de ellas a la PGR, tres a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, y una a la Fiscalía General de Guerrero. Aunado al hecho de que tanto la Procuraduría como la Fiscalía estatal no han dado cumplimiento a las observaciones hechas por el organismo desde el pasado El 23 de julio de 2015.