Crisis en Haití
El país enfrenta las consecuencias del temblor de 7.2 grados, la pandemia y el asesinato de su presidente hace pocas semanas
El sismo registrado durante la mañana del sábado en Haití ha dejado ver sus secuelas, ya que al día de hoy, se reportan 1,297 muertos y más de 5,700 heridos a medida que las cuadrillas de rescate siguen trabajando en los escombros.
El país, que aún arrastra las consecuencias del asesinato de su presidente Jovenel Moïse y la pandemia de Covid, ha visto limitada la ayuda por los deslizamientos de tierra posteriores al temblor, que han inhabilitado muchas de las carreteras. En el único camino que une la capital con la mitad sur, las bandas armadas que ostentan el control de la circulación han dado un paso atrás por razones humanitarias, pero no ha sido suficiente.
Por este y otros motivos, los pocos hospitales de las zonas afectadas que siguen en pie tienen dificultades para prestar atención de urgencia, y se encuentran bajo colapso y con poco personal capacitado. El problema se agravó con el derrumbe de un edificio que albergaba a varios estudiantes de medicina, internos de hospitales y dos médicos, cerca de la zona del epicentro.
Otro problema que agrava la atención médica y las tareas de rescate es la poca disponibilidad de agua. El suministro local fue contaminado por el mismo terremoto, y las personas con heridas abiertas corren el riesgo de infección y deshidratación. “Básicamente, lo necesitan todo”, declaró el doctor Inobert Pierre a AP. La situación ha sido calificada por expertos como “una crisis humanitaria y de salud” en la que varios países han enviado ayuda.
Por su parte, la oficina del primer ministro del país dice que 13,694 casas fueron totalmente destruidas por el terremoto y sus consecuencias, y otras 13,585 viviendas resultaron dañadas. Centros de salud, escuelas y lugares de trabajo también se vieron afectados, y los sobrevivientes no han recibido el apoyo necesario del gobierno, que también se encuentra saturado y con un margen de acción muy limitado.
Sin espacio. Los hospitales se han visto desbordados, y muchos lesionados han tenido que ser atendidos en la calle.