Define guía bioética criterios de salvación
El documento señala cómo se deberán repartir recursos como ventiladores, en caso de que los hospitales se saturen durante la crisis sanitaria

El Consejo de Salubridad General (CSG) publicó el 30 de abril pasado la Guía Bioética para Asignación de Recursos Limitados de Medicina Crítica en Situación de Emergencia, luego de que el proyecto inicial no recibiera el aval de todos los miembros del organismo por contener supuestos criterios discriminatorios.
Ahora, una nueva guía elimina el criterio de edad como método de desempate en caso de que los pacientes tuvieran el mismo puntaje en el triaje crítico; sin embargo, se mantuvieron otros elementos de priorización como son el sexo de los candidatos o si pertenecen a un grupo vulnerable.
›Para evaluar la asignación de recursos se establece un sistema de puntaje que va del uno al 8, y toma en cuenta dos de los principios planteados por la OMS que son, los de salvar la mayor cantidad de vidas; y la calidad de años por vivir. El método para asignar estos puntos se divide en dos, los primeros cuatro puntos se obtienen por la escala SOFA, y los restantes por la evaluación general del paciente.
El puntaje en la escala de SOFA aumenta conforme el paciente empeora, por lo que es una forma bastante precisa de medir la progresión de un paciente en atención crítica. La guía establece que un puntaje menor a 6 en esta escala, equivale a 1 punto en el triaje de recursos críticos; de 6 a 8 es un 2, de 9 a 11 un 3, y cualquier número mayor corresponde a 4 puntos.
Para obtener los siguientes puntos del triaje crítico se evalúa la condición general del paciente. Si se presentan comorbilidades serias que impactan la supervivencia a largo plazo, como el Alzheirmer moderado o diabetes, se deben sumar 2 puntos; en caso de tener una condición que aumente la probabilidad de muerte en menos un año, entonces se deben sumar 4 puntos.
El resultado de esta operación da el puntaje de triaje crítico, los pacientes con un menor número son quienes recibirán recursos escasos como ventiladores o camas de cuidado intensivo. La guía, establece que aquellos pacientes que no tengan la posibilidad de acceder a los recursos limitados, deberán ser atendidos, de preferencia, por personal de medicina paliativa para asegurar el mejor final de vida posible.