Paraguay violó el derecho de los pueblos indígenas al no prevenir la contaminación ambiental de sus tierras causada por el uso intensivo de plaguicidas por empresas agrícolas y por el mal entendimiento del concepto de “domicilio” por parte del Estado, dice un dictamen histórico del Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Este es el primer dictamen del Comité que afirma que, en el caso de pueblos indígenas, la noción de “domicilio” debe entenderse en el contexto de la relación especial que mantienen con sus territorios, incluyendo sus animales de cría, cultivos, y su forma de vida relacionada con la caza, recolección y pesca.
La resolución de ONU llegó luego de 12 años del litigio que comenzó la comunidad indígena de Campo Agua’e que vive en una zona rodeada empresas agrícolas que fumigan los cultivos de soja genéticamente modificada y esa acción repercute directamente en sus prácticas ceremoniales y en la desaparición de los recursos naturales.
El Comité recomendó a Paraguay prosiga con los procesos penales y que se consulte a la comunidad para reparar la degradación ambiental.