La donación es un gesto altruista, considerado como el mayor acto de bondad entre los seres humanos.
La donación de órganos es un acto generoso de gran valor, que nos dignifica como seres humanos, al otorgarnos la posibilidad de salvar una vida.
En nuestro país, los decesos anuales por problemas que pueden resolverse con trasplante de algún órgano o tejido es considerable: por enfermedades del riñón, fallecen 8 mil; por enfermedades cardiovasculares, 90 mil; y por hepáticas, hay 45 mil muertes.
Actualmente, el Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA) registra 2 mil 537 trasplantes de córnea; 2 mil 77 de riñón; 142 trasplantes de hígado; 25 de corazón; 3 de páncreas y 1 de pulmón. https://bit.ly/1fJMTNk
En comparación con el año pasado, hubo un incremento de 8% en el número de donadores de órganos, y aunque esto habla de los esfuerzos que se han realizado, todavía podemos mejorar más.
Actualmente, el órgano con mayor demanda es el riñón, con 12,460 pacientes en espera, de los 20,438 totales de la lista, debido a que no hay suficientes donadores en vida compatibles, puesto que en muchas ocasiones la mejor esperanza de vida proviene de familiares o amigos.
El corazón, hígado y riñón se pueden donar a partir de los dos meses de vida, se tiene como límite hasta los 55 años de edad en los dos primeros y en el tercero hasta los 75 años.
Los órganos y tejidos pueden venir de dos fuentes, la primera de un donante vivo, del cual se puede obtener el riñón, lóbulos de hígado o pulmón, además de sangre, plasma y médula ósea. La segunda, puede ser de alguien que haya fallecido a causa de paro cardiorespiratorio o muerte cerebral.
A partir de que una persona sufre muerte cerebral, es deber del hospital acercarse a los familiares para informarles acerca de la posibilidad de donar los órganos y tejidos de su paciente, dando un plazo de 12 horas para decidirlo. De esta labor de acercamiento se obtiene un gran porcentaje de las donaciones.
De acuerdo a los estudios realizados por la consultora Parametría, se encontró que los mexicanos tienen un alto índice en la donación de órganos, las cifras de personas que manifestaron querer sumarse a este movimiento casi se duplicó del 2004 al 2012, es decir, pasó de 22% a 41%. https://bit.ly/2dyo4t4
Así, una de cada dos personas desearía ser donadora de órganos, desafortunadamente al no comunicar esta decisión personal a los familiares o registrarse como donador, en muchas ocasiones no se lleva a cabo esta última voluntad.
En la familia se encuentra la mejor vía para llevar a cabo esta intención, por lo que hablar de los últimos deseos, entre ellos la voluntad de otorgarle una oportunidad a otros, a través de la donación, es el mejor acto de altruismo que podemos hacer.
La Ley General de Salud establece que para la asignación de órganos y tejidos de donador no vivo se privilegiará la gravedad del receptor, la oportunidad del trasplante, el pronóstico médico y la compatibilidad con el receptor. https://bit.ly/1of9Vey
Cabe mencionar que el costo de los trasplantes se encuentra cubierto para los asegurados por el IMSS e ISSSTE, mientras que en hospitales particulares se cobra la obtención del órgano y la cirugía, aunque puede ser cubierto por algunos seguros.
El programa de trasplantes en México ha sido exitoso, sin embargo, al igual que en muchos países, persiste una escasez de órganos, esto provoca que las listas de espera vayan incrementando y los tiempos se prolonguen.
A pesar de los esfuerzos que ha hecho el CENATRA para sensibilizar sobre la importancia del trasplante de órganos, todavía predominan ciertos mitos que generan desconfianza entre la población, el más común es el comercio de estos.
Para ello, la Organización Mundial de la Salud estableció normas mundiales a fin de garantizar la seguridad en las prácticas y en la legislación sobre el Trasplante de Órganos Humanos. De esta forma, los procedimientos se encuentran estrictamente controlados, además hay un preciso registro de médicos capaces de realizarlos.
El papa Juan Pablo II dijo alguna vez: “merece especial reconocimiento la donación de órganos, realizada según criterios éticamente aceptables, para ofrecer una posibilidad de curación e incluso de vida, a enfermos tal vez sin esperanzas”. https://bit.ly/2d8jVJx
La nobleza de nuestros actos, hasta el último, debe ser con miras de ayudar al prójimo, pues en la medida que salvamos una vida, nos volvemos una sociedad más solidaria, fraternal y esperanzadora.
*Analista en temas de Seguridad, Educación y Justicia *Si deseas recibir mis columnas en tu correo electrónico, te puedes suscribir a mi lista en el siguiente vínculo: https://eepurl.com/Ufj3n