El cambio climático amenaza la cuna del vino

20 de Julio de 2025

El cambio climático amenaza la cuna del vino

Pese a los esfuerzos de los gobiernos, diversas variedades de uvas exclusivas se encuentran en riesgo de desaparecer ante las tormentas extremas

Promo_480_ambio climático desaparece los viñedos

Una tormenta de granizo de menos de media hora bastó para que Solomon Nersezashvili perdiera la mayor parte del viñedo que su familia ha administrado por generaciones en Kajetia, región de Georgia enclavada en las montañas del Cáucaso, y que se considera la cuna del vino.

Aunque la región es conocida por sus lluvias, en los últimos años han aumentado su frecuencia, son más intensas e incluso se acompañan de granizo, lo que plantea un alto riesgo para los viñedos, que son muy frágiles al hielo.

La familia de Nersezashvili también perdió más de 200 mil dólares debido a esta tormenta, lo que ha puesto en duda si deben mantener este viñedo o convertirlo en un plantío de avellanos, especialmente porque estos árboles son más resistentes al clima y tienen una mejor ganancia en casos extremos.

El cambio climático ha obligado a cientos de enólogos a dejar atrás estos cultivos para sembrar avellanas o nueces, que se venden directamente a Nutella Ferrero, algo que contribuye a la pérdida de una variedad exclusiva de uvas de la región, así como una parte importante de la historia vinícola de la humanidad.

Como las uvas representan el 9% de las exportaciones de Georgia, las autoridades de este país decidieron utilizar una técnica conocida como siembra de nubes, en la que se disparan al cielo cohetes con yoduro de plata para disolver el hielo, para tratar de solucionar el problema; sin embargo, lo inesperado de estas tormentas hace que esta práctica no sea tan efectiva.

Tan sólo el año pasado se dispararon 4 mil 700 cohetes de este tipo, pero eso no impidió que gran parte de los cultivos se perdieran a causa del granizo, lo que ha desanimado a los agricultores para continuar con los viñedos, e incluso la compensación de 900 dólares por cada hectárea dañada parece no ser suficiente para mejorar el ánimo o revertir la plantación de avellanos.

Nino Zambakhidze, director de la Asociación de Agricultores de Georgia, mencionó que “es mejor gastar el dinero en ayudar a los enólogos a invertir en sus negocios y prepararse para las presiones que pondrá el cambio climático en un futuro”.